El juez ordena a la Policía que investigue los papeles aportados por la familia de Marta del Castillo
El magistrado quiere comprobar si con ellos se puede llegar a encontrar el cuerpo o la participación de "terceras personas" en el crimen
Sevilla
El juez de instrucción 4 de Sevilla, Álvaro Martín, ha ordenado al grupo de Homicidios de la Policía que compruebe la veracidad de los documentos que la familia de Marta del Castillo ha presentado en el juzgado. Son papeles que, según Antonio del Castillo, avalan la última versión del asesino confeso Miguel Carcaño. A saber, que fue su hermano Javier Delgado quien mató a la menor con la culata de su pistola porque ella medió en una discusión entre los dos. Una discusión referida supuestamente al impago de la hipoteca.
En su día la investigación abierta a partir de esta confesión de Carcaño se archivó y este viernes se reabre para la nueva investigación.
El magistrado oficia a la Policía porque necesita saber si a partir de la documentación bancaria se puede llegar a esclarecer dónde está el cadáver o se puede llegar a saber si participaron terceras personas en su muerte.
La documentación demuestra supuestamente que para conseguir la hipoteca del piso donde murió Marta los hermanos falsearon la vida laboral de Carcaño. El asesino confeso de Marta pidió el dinero al banco porque quería comprarle a su hermano la parte del inmueble que habían recibido como herencia.
Miguel Carcaño declaró en la cárcel ante los agentes y contó que su hermano propinó dos golpes en la cabeza a la joven con su pistola de guarda de seguridad porque ella se interpuso entre los dos cuando vio que Javier Delgado estaba propinándole una paliza.
La Policía ahora tendrá que ver si la documentación tiene base para concluir que esa pelea ocurrió aquel día y que se produjo tal y como la describe Carcaño. En su momento, sin esos papeles, la investigación se archivó.
El juzgado también mantiene sobreseída de forma provisional otra pieza referida a la búsqueda del cuerpo de Marta. La joven sevillana murió el 24 de enero de 2009. Miguel Carcaño está condenado, como autor confeso, a 21 años y tres meses de prisión.