El Oceanográfico de Gijón achaca la escasez de fondos a la mala gestión

El director del Centro Oceanográfico de Gijón, Javier Cristobo, ha asegurado que el centro no tiene falta de dinero sino una "falta de buena gestión" de los recursos que le impide acceder a los fondos de tesorería que ascienden a 80 o 90 millones de euros.

El director del centro se ha referido a la situación económica del centro tras recibir la visita de la delegada del Gobierno, Delia Losa, y la alcaldesa de Gijón, que han puesto en valor la tarea desarrollada en las instalaciones para estudiar los efectos de la crisis climática.

Cristobo ha precisado que el Instituto Español de Oceanografía tiene un presupuesto que ronda los 60-65 millones de euros, que ha crecido mucho en los últimos dos años pero la prórroga presupuestaria ha hecho que el crecimiento no se haya podido ver correspondido con una subida presupuestaria, lo que muchas veces provoca "dificultades administrativas" para tramitar los expedientes.

La campaña Radial, que realiza mensualmente desde 2001 el centro de Gijón para conocer la evolución de los parámetros físico-químicos o la composición de las especies mediante la medición de datos de salinidad o plancton, está prevista para los "próximos días". Se va a tratar de adelantar para aprovechar el combustible existente en uno de los barcos del instituto que en esta ocasión se va a dedicar a estas tareas con el fin de no romper la serie histórica.

El centro de Gijón tiene un gasto de caja fija de 250.000 euros y 33 empleados frente a los 180 de la base de Vigo, ha relatado Cristobo, que ha indicado que sí que hay un gasto "importante" de los proyectos europeos que se han conseguido y hay que realizar.

La delegada del Gobierno, Delia Losa, ha afirmado que España lleva dos años sin presupuestos generales que son los que marcan las posibilidades de dotaciones económicas de los instrumentos del estado, como es el centro. Losa ha explicado que el centro oceanográfico tiene un presupuesto, pero determinadas tramitaciones administrativas complejas “paralizan un poco” la eficacia y posibilidad de ejecución y gasto de sus recursos.