El Levante pierde a uno de sus tres tenores
Rochina sufre una rotura muscular y Paco López tendrá que volver a recomponer el centro del campo para recibir el próximo sábado en Orriols al Real Madrid
Valencia
Es una pena que cada vez que Paco López le da continuidad a un dibujo táctico en el que junta a Campaña por dentro con Rochina y Bardhi ocupando los pasillos interiores se produzca una lesión que rompa la armonía en la medular y nos impida ver la mejor versión ofensiva del Levante y que dota de mayor equilibrio al resto de la estructura del equipo.
La rotura muscular de Rochina volverá a condicionar los automatismos que ya tenía mecanizados el once tipo, con el regreso inmediato de Radoja y el cambio puntual de Clerc por Toño.
La recuperación de Melero no solucionará el problema que se le vuelve a generar al entrenador a pesar de la enorme confianza que tiene en su fichaje.
Gonzalo es un buen futbolista, pero de un perfil completamente distinto al de Rochina, preparado para hacer muchos kilómetros en cada batalla, pero ni le da la plasticidad, ni le da la continuidad al juego en el enganche con Mayoral o en las descargas con Bardhi por el costado derecho o en el ocasional sacrilegio de tirar a Campaña al callejón de los zurdos.
El trabajo ímprobo de Melero ganando duelos y rebañando balones imposibles es una faceta imprescindible en el juego y mucho más, si el próximo sábado te enfrentas a Casemiro, Valverde o Kroos, pero la lesión de Rochina no puede generar un doble problema para el Levante.
Por un lado, la pérdida de gol y de talento que tiene el del Puerto de Sagunto y por otro, que Campaña termine fuera de la posición en la que hace funcionar de forma coral al resto del equipo y albergando la esperanza de recuperar el dinamismo de Radoja contra el posicionamiento hierático de Vukcevic.
Entiendo que Paco López tenga esa rabia interior de saber que le pegó un repaso táctico al Villarreal, que haciendo el mejor partido de la temporada como visitante no le diera como mínimo para empatar, más allá de los tacones lejanos de Gerard y Morales en el VAR. Puede parecer de locos, pero hemos llegado a un punto en este nuevo fútbol en el que la validez de un gol puede depender de una talla mayor o menor de bota.
El partido del Levante fue una delicia con Clerc y Miramón llegando como falsos extremos hasta la línea de fondo, obligando a que Cazorla y Trigueros salieran de su zona de confort para auxiliar a Rubén Peña y a Mario Gaspar, forzando a que Iborra tuviera que soltar piernas, brazos y codos para frenar las incursiones de Rochina y Bardhi hasta la media corona del área y enfrentando en uno contra uno a Albiol con Mayoral y a Roger con Funes Mori.
Mientras en el otro lado del campo, Paco Alcácer terminó desquiciado porque no entró en contacto con el balón y solo la enorme pegada de Gerard Moreno desequilibró una contienda en la que el Levante fue muy superior en el resto de los aspectos del juego.
Es un auténtica lástima, que dos lesiones musculares de Bardhi en el transcurso de la primera vuelta impidieran que Paco López le diera continuidad a la mejor coreografía para su medular y que ahora pierda a Rochina en el momento más importante de la temporada cuando el equipo estaba recuperando ese vibrato y esa musicalidad que solo es capaz de transmitir cuando actúan los tres tenores.
José Manuel Alemán
Redactor de Deportes en Radio Valencia