Nunca es tarde para aprender a leer

Toledo

Afortunadamente cada vez hay menos personas analfabetas, pero todavía quedan casos de personas mayores que por circunstancias normalmente económicas no pudieron estudiar. Los centros de adultos disponen de los cursos llamados de competencias básicas que enseñan a leer, escribir, o realizar operaciones matemáticas. Unos cursos muy demandados.

Acudimos a una de sus clases en el centro de adultos del polígono y conocemos a Constan, Félix, Hortensia y su maestra Clara.

Constan tiene 89 años. Todas las semanas desde hace varios años viene al centro de adultos del polígono. De pequeña no pudo estudiar porque su madre falleció cuando era muy pequeña. Por eso hace unos años decidió apuntarse al centro de adultos. Lo que peor lleva es escribir. Pero leer, nos cuenta, no se le da mal.

Félix estaba siempre encerrado en casa, no salía a ningún sitio. Su neuróloga y su hermano le animaron a hacer algo. Y hace dos años decidió apuntarse al centro de adultos.

A Hortensia le pasó lo que a Constan. Eran muchos hermanos y ninguno pudo estudiar. Por eso cuando se jubiló no se lo pensó dos veces.

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Aprenden, recuerdan, ejercitan la cabeza. Pero para ellos es casi más importante el hecho de que se obligan a salir de casa, ponerse guapos y relacionarse.

Clara Blázquez. Es la profesora de Competencias básicas, que así se llaman estos cursos. Nos cuenta que son el grupo de alumnos más constante. No se pierden una clase, y están deseando que llegue el momento de ir. Pero no sólo disfrutan ellos. Enseñar a leer, escribir o hacer cuentas a gente mayor es muy gratificante.

Son solo tres ejemplos de las muchas historias que han pasado por este aula. Alumnos entregados, formales y con mucho coraje y que cuentan a además con una formación que no se aprende en los libros. La de la vida.

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