El Real Zaragoza mereció más en el empate ante el Mirandés (1-1)

Zaragoza

El Real Zaragoza se presentó en Anduva con menos rotaciones de las esperadas. Tan sólo una modificación en el once titular respecto al último encuentro ante el Elche. Burgui ocupó la plaza que dejó por lesión Luis Suárez lo que llevó a Javi Puado a convertirse en el delantero y al extremo cedido por el Alavés a ocupar la banda izquierda. 

Los primeros 45 minutos tuvieron un dominio claramente visitante. La posesión y el control del partido corrieron a cuenta de un Real Zaragoza que aunque sólo realizó un tiro a puerta en la primera mitad, estuvo merodeando el área local mediante llegadas tanto por banda izquierda como por la derecha con un Carlos Vigaray activo en labores ofensivas. El rival, el Mirandés, no inquietó a Cristian Álvarez en ningún momento.

El conjunto hizo un ejercicio de efectividad en la primera parte aprovechando el único tiro entre los tres palos para ponerse en ventaja en el marcador. El autor del gol fue James Igbekeme, en el minuto 36, pero medio tanto del nigeriano llevó la firma de Javi Puado que aprovechó un pase de Burgui para dejar atrás a 3 rivales y asistir a un Igbekeme que vio recompensada su gran primera mitad con su primer gol esta temporada.

Una efectividad de cara a gol que encontró el Mirandés tras el paso por vestuarios. A los tres minutos de arrancar la segunda mitad, una error de Atienza en la salida de balón, permitió a Mathias Arias quedarse delante de Cristian Álvarez al que superó con un golpeo seco permitiendo que el esférico pasara por encima del argentino sin que este pudiese hacer nada. Un empate tempranero e inesperado que revitalizó al Mirandés y desubicó al Real Zaragoza.

Pudo adelantarse otra vez en el marcador el conjunto aragonés cinco minutos después de la igualada, pero la buena combinación entre Nieto y Puado no fue culminada con éxito por Vigaray que apareció bien en el segundo palo pero la ejecución no fue la mejor y el balón se terminó marchando fuera.

 Víctor Fernández movió el banquillo por primera vez a 15 minutos para el final retirando a Soro y dando entrada a Álex Blanco con la intención de mantener el dibujo pero refrescando el ataque y tuvo su efecto porque en el 80 de juego, una falta ejecutada por el propio Blanco terminó en las botas de Burgui que intentó un disparo ajustado que terminó marchándose por centímetros por encima de la portería.

El técnico puso toda la carne en el asador con el ingreso en el terreno de juego de Linares y sacando del mismo a un Burgui de más a menos, pero que tuvo en el minuto 80 la posibilidad de hacer el uno a dos. 

Cuando el partido entraba en el tiempo de añadido, Álex Blanco tuvo la ocasión más clara de la segunda mitad para dejar los tres puntos en el casillero blanquillo, aunque la posición del cuerpo en el golpeo propició que el disparo se marchara muy por encima de la portería rival. 

Al final, reparto de puntos en Anduva que dejó más contentos a los locales y no tanto a un Real Zaragoza que tuvo hasta tres ocasiones claras en la segunda mitad para romper el empate definitivo.