'Valdevaqueros no se vende, Valdevaqueros se defiende'
Denunciar la especulación y el desorden urbanístico que desde la empresa privada, pero con los parabienes del Ayuntamiento y la Junta, pretendía construir en Valdevaqueros 1.400 plazas hoteleras y 350 apartamentos
La Firma de Shus Terán, 'Valdevaqueros no se vende, Valdevaqueros se defiende'
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Tarifa
Con la venia, Juanma.
"Entre toros y chumberas
Yo me sé una carretera
Que da a los mares del surf
Entre Bolonia y Tarifa
Cada ola se la rifa
El surfero a cara y cruz".
Cantaba Javier Ruibal en el año 2013 en 'Los Mares del Surf'. Una composición musical para denunciar la especulación y el desorden urbanístico que desde la empresa privada, pero con los parabienes del Ayuntamiento y la Junta, pretendía construir en Valdevaqueros 1.400 plazas hoteleras y 350 apartamentos. O lo que es lo mismo una auténtica burrada urbanística.
Los ecologistas dieron notoriedad al asunto y se creó la plataforma 'Salvemos Valdevaqueros' desde donde se orquestó una batalla en defensa del enclave. El asunto llegó a la UE y los juzgados, y el Plan Parcial acabó anulado en el 2018 por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. Sin embargo, en enero de 2019 el Tribunal Supremo dictó un auto en el que admitía a trámite un recurso que ha propiciado que nuevos empresarios hayan presentado un nuevo proyecto, 'Montevaqueros' que promocionan como 'complejo ecológico' previendo construir 60 viviendas y 240 plazas hoteleras, además de 1.000 aparcamientos.
Urbanizar Valdevaqueros vuelve a ser una amenaza latente. ¿Aún no nos hemos dado cuenta que el modelo urbanístico de los 90 es un fracaso? ¿Qué los desarrollos sostenibles y viables se generan concéntricamente a los núcleos urbanos?
Seguimos hipotecando nuestro futuro a grupos inversores a pesar de sacrificar nuestro privilegiado entorno.
¿Cómo se va a desarrollar Valdevaqueros, si el núcleo urbano adolece de falta de viviendas; obsoletas redes de saneamiento que estallan por cualquier calle, dejando sin agua a varias barriadas? ¿Cómo urbanizar Valdevaqueros, si tenemos como ejemplo de diseminado turístico carente de servicios y ejemplo del desorden urbanístico a Atlanterra?
¿Cómo vamos a soportar nuevos desarrollos, si somos incapaces de separar las aguas pluviales y fecales que afloran provocando vertidos de aguas negras en la playa? ¿Cómo seguir urbanizando, si tenemos nuestro término repleto de apartamentos y viviendas ilegales que, ni se derrumban, ni se regularizan y vierten al medio natural?
No se trata enfundarnos la bandera del ecologismo tras palabrería facilona. Se trata de la convicción que urbanizar Valdevaqueros, terminará destruyendo no solo el último paraíso semivirgen de la costa gaditana, sino que abrirá la puerta a la dramática historia tristemente repetida de la urbanización desmedida, y por tanto terminará destruyendo nuestros propios sueños de un futuro sostenible.
Lo dije en el 2012 lo digo ahora sin rubor y sin miedo a despeinarme, no al desarrollo urbanístico del entorno de Valdevaqueros. ¡VALDEVAQUEROS NO SE VENDE, VALDEVAQUEROS SE DEFIENDE!
