Los médicos de familia preguntarán a los pacientes si fuman para activar el Plan Respira

Toledo

Uno de cada tres castellanomanchegos fuma. Cada día se consumen aquí 9 millones de cigarrillos. La media diaria es de 12,7. El Plan Respira de la Consejería de Sanidad pretende prevenir el tabaquismo y ayudar a dejarlo. Y todo empezará en la consulta de atención primaria. 

 "¿Usted fuma?" Con esta sencilla pregunta se activará el protocolo. Si la respuesta es afirmativa, se analiza la motivación, y si se está en el momento adecuado se ofrecerá ayuda con o sin medicación porque como explica la Doctora Vallés, directora general de atención primaria,  hay varios requisitos: tener una alta dependencia y un alto compromiso en querer dejarlo.  El proceso dura entre 9 y 12 semanas. Desde el 1 de enero la sanidad financia dos tratamientos con fármacos con un coste de entre 1 y 3 euros diarios.  "No es solo tomar una pastilla. Es un abordaje integral, si no, el efecto es menor"

En cuanto a la acción preventiva, se iniciará con un análisis de las causas y factores del tabaquismo, formación de los profesionales sanitarios y campañas de sensibilización. 

EL TABACO EN CASTILLA LA MANCHA

Según los datos aportados por el director general de salud pública, Juan José Camacho, el tabaco es la segunda droga más consumida por detrás del alcohol. Casi un 35% de los castellano-manchegos fuman, 700.000 personas, una media de 12,7 cigarrillos diarios. Por tanto cada día se fuman en Castilla La Mancha 9 millones de cigarrillos. 

La población joven es un grupo estratégico. Casi el 12% fuma entre los 14 y los 18 años, 2 puntos por encima de la media, sobretodo mujeres.

En cuanto a las medidas legislativas en marcha, el Ministerio de Sanidad trabaja en una nueva ley antitabaco. Según las encuestas, aumenta el porcentaje de personas que consideran que los espacios sin humo son efectivos y que, en los últimos años, se ha relajado el cumplimiento. Las medidas impositivas, que encarecerían el tabaco, también se consideran muy efectivas. 

Aunque no se marcan objetivos, Camacho reconoce que sólo rebajar un 3% anual el número de fumadores serviría para conseguir erradicar este hábito en 2030.