Partido infame y oportunidad perdida (1-1)

Córdoba

Cuesta entender por qué, después de varias semanas dando buenas sensaciones, el Córdoba volvió a caerse. No perdió pero el sabor que dejó en la afición fue de derrota. Peor no se puede jugar. En Cádiz el equipo careció de actitud, de sangre, de ganas y por supuesto, de fútbol.

Los de Agné solo tiraron una vez a puerta en todo el partido y nunca dieron la sensación de poder ganar ante un rival que no hizo nada del otro mundo. De hecho, el Cádiz B apenas creó peligro y se llevó el punto gracias un gol de penalti.

El Córdoba perdió una oportunidad inmejorable de recortar puntos con los equipos de cabeza (Cartagena y Marbella empataron) y perdió la tercera plaza en favor del Yeclano. Nada se ha perdido definitivamente, pero la manera en que se tiró el partido es preocupante, muy preocupante.

Para analizar el porqué de un partido tan malo habría que acudir al centro del campo. No existió y así es complicado que lleguen balones arriba, donde Navarro, Moutinho y Piovaccari se desesperaron por alcanzar un balón en condiciones.

El gol de Miguel de las Cuevas fue lo único que hizo el Córdoba en todo el partido. El resto fue infame y por momentos dio pena comprobar la falta de sangre, de actitud y sobre todo, de ideas. Así es complicado tener fe pero lo cierto es que queda mucha liga y nada se ha perdido aún.

Ojalá la pachanga de Cádiz sirva para hacer examen de conciencia y recordar que sin fútbol ni ganas no se consigue nada. Ahora vienen dos partidos en casa consecutivos. Las opciones de ascenso pasan por ahí.