Cómo, a través de la inteligencia emocional, podemos controlar el estrés laboral
Sevilla
José Antonio Galiani, psicólogo Sanitario y Forense, director del Centro Psicosanitario Galiani, continúa este lunes 24 de febrero con el ‘Ciclo de conferencias sobre inteligencia emocional aplicada a la vida cotidiana’, en esta ocasión para gestionar el estrés laboral. La cita es a las 19.30 horas en el salón de actos del Ateneo de Sevilla, en la calle Orfila, 7. La entrada es libre hasta completar aforo.
Antes, nuestro psicólogo de cabecera, ha estado en Hoy por Hoy Sevilla para adelantarnos algunas de las líneas maestras mediante las cuales podemos luchar contra el estrés laboral. “La vida de la mayoría de las personas está atestada de cosas: cosas materiales, cosas por hacer, cosas en qué pensar”, dice Galiani, porque ésta es la realidad predominante de muchas personas y es la causante de tanto desequilibrio. Y se demuestra cuando la mayor parte de nuestro día a día vivimos en el modo llamado “piloto automático”, es decir, en forma inconsciente. Por ello, se suele decir que “no es lo mismo estar despierto que estar consciente”. Escuche la entrevista completa:
José Antonio Galiani, director del Centro Psicosanitario Galiani: estrés laboral
10:30
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El término estrés proviene de la física, concretamente de la física de metales, donde se aplica para referirse a la modificación que experimenta un cuerpo ‘elástico’ cuando actúa sobre él una fuerza externa. Aplicado a las personas, es un conjunto de reacciones desencadenadas en el organismo -fisiológicas, psicológicas, emocionales…- cuando éste se enfrenta de forma brusca con un estímulo que lo perturba o interfiere (agente nocivo potencialmente amenazante), cualquiera que sea su naturaleza.
El estrés laboral es un conjunto de reacciones físicas, emocionales, cognitivas y de comportamiento que padece un/a trabajador/a como consecuencia de percibir un desequilibrio entre los recursos personales y organizacionales de los que dispone y las exigencias del entorno.
El estrés laboral se produce cuando el deseo de llegar a la meta es superior al deseo de hacer lo que hacemos. Se pierde el equilibrio entre el goce y la tensión estructural, y ésta última se impone.
La hormona del estrés es el cortisol. Nuestro cuerpo la produce ante situaciones de tensión para ayudarnos a enfrentarlas. La liberación de esta hormona está controlada por el hipotálamo, en respuesta a situaciones estresante. Mediante nuestra forma de pensar y sentir podemos condicionar nuestros niveles de cortisol.
Un nivel elevado y crónico de cortisol afectará de forma directa a nuestros procesos cognitivos. Es decir, competencias como la memoria, la atención, la resolución de problemas o incluso la toma de decisiones pueden verse afectadas en caso de que el nivel de esta hormona sea desmesurada. Si sumamos a todo ello el consumo de determinadas sustancias, alcohol, tabaco, pobre dieta nutricional y falta de actividad física… el cóctel es explosivo.
La Organización Mundial de la Salud propuso al estrés como una de las enfermedades del siglo XXI. Concretamente, el contexto laboral es uno de los que más estrés provocan. El estrés laboral puede ser puntual o crónico. Si es crónico, aparece el síndrome de estar quemado por el trabajo (Burnout), el cual sería una respuesta a una situación de estrés laboral prolongado en el tiempo.
Pero… ¿Es posible aprender a gestionar el estrés laboral? La mayoría de las personas perciben sus emociones como un proceso inconsciente, automático o natural. No obstante, las habilidades para la gestión del estrés se pueden enseñar, practicar y desarrollar, de modo que todos podemos aprender a utilizar deliberadamente nuestras emociones como apoyo para nuestra vida.
La Psicología sostiene que aquellas personas que comprenden la influencia que ejercen sus estados emocionales sobre su conducta, pueden aplicar este conocimiento a su trabajo y a su vida en general, por lo que a estas personas se las llama Conscientes de sí mismas, lo cual favorece un desarrollo constante de su Ser.
En general, y sin querer ser simplificador, muchas de las llamadas enfermedades mentales (trastornos adaptativos), que afectan a nuestra salud emocional y bienestar mental, y que constituyen hoy en día el flagelo de la población son el resultado de una compleja interacción entre una multitud de nuestros genes y células, y nuestro sistema de creencias (lo que se suele llamar “la psicopatologización de la vida cotidiana”).
De este modo, debemos generar un compromiso de llevar a cabo un proceso de aprendizaje para superar el sometimiento de nuestros modelos mentales, generando actitudes de responsabilidad sobre nuestra propia salud. Supone ser capaz de cambiar, aprender, crecer, trascender, madurar, en definitiva, adquirir Conciencia.