'Luz sin límites'

Los Barrios

Cuando le preguntaban de pequeña que quería ser de mayor decía con rotundo convencimiento que pintora y pintora fue. Ese fue su vocacional oficio. El viernes pasado, expertos del arte se reunieron y nos convocaron alrededor de la creación de la pintora Blanca Orozco para descubrirnos nuevas claves en la obra de nuestra querida artista y compañera.

Si en algo coincidieron fue en su libertad creativa y ahora es cuando nos toca a nosotros acercarnos a ella con una actitud abierta, sin prejuicios, contemplando los elementos que nos ofrece para disfrutarlos, para intentar ver qué reconocemos nuestro en su obra. Se habló de cómo llegó a la esencia de las cosas, ahondando en la esencia de la esencia; rompió con el cuadrado, con la forma, metió la tipografía, la poesía... Pasaba del pequeño formato, del cuaderno de viaje, del papel de bolsillo, al gran formato con asombrosa facilidad pintando en mesa, en suelo, grapando y pintando en pared... afianzándose en su libertad, dejando de utilizar el caballete, el bastidor, el papel cortado de un blog para no ponerse límites. Siempre buscando la calidez en su obra, las fibras naturales, los hilos, los algodones, materiales que transmitieran el calor del hogar. Trabajando capa sobre capa, fusionando lo físico y lo mental: poniendo, quitando, arrastrando, despegando, ocultando y desvelando... Porque la pintura fue su casa, porque afirmaba que era el único equipaje que llevaría consigo.

Esta Alicia en el País de las Maravillas que pasaba de ser una pequeña niña a una gigante mujer ofreciendo esa personalísima obra que nos deja te espera en el Museo Municipal de Algeciras para ofrecerte generosamente sentimiento, poética y espiritualidad.