'Voluntarios'

Algeciras

Acostumbro a verlos siempre que la ruta se encamina, siguiendo el curso bajo del río Palmones, por las cercanías de Los Barrios. Los carriles serpentean entre campos de pastos verdes, recientes arboledas de aguacates nuevos y parcelas en las que pastan algunas ovejas y grupos de caballos sueltos. Ellos y ellas pasean por los caminos agrícolas próximos a los meandros del río llevando siempre de las correas a uno o varios perros. Perros que no son suyos. Son personas mayores y jóvenes, niños y niñas, mujeres y hombres que dedican una parte de su tiempo, durante todo el año, a sacar a pasear un rato al día a los numerosísimos perros que, abandonados, han sido acogidos en la perrera. Son voluntarios que tratan de aportar un poco de afecto a tantos animales como sufren el abandono de sus dueños. Se ven perros de todo tipo y tamaño, abundan los cruces pero sean cuales sean sus rasgos todos, durante el paseo mañanero, se muestran felices y contentos, desde los cahorros, jugetones e inquietos, a los abueletes, pausados y cansinos en su andadura.

España, donde el maltrato animal sigue siendo una lacra social muy extendida y aceptada por ciertos colectivos, esta necesitada de una modernización y puesta al día, según parametros de otros países europeos, en este tema. Así como de una legislación que penalice el maltrato - incluyendo en él el abandono - de forma rigurosa, sancione a los dueños irresponsables y vigile la documentación sanitaria de los animales, introduciendo la educación en el respeto a los animales en las escuelas desde Primaria. Mientras, habrá que seguir dando las gracias a tanto voluntariado por esos ratos de felicidad que proporcionan a tanta mascota abandonada.