"Los Compadres tiene futuro, pero la empresa debió ser cerrada en abril"
La gerencia de la compañía aclara que se ha ingresó el treinta por ciento de la nómina de cada empleado sin distinción
El retraso en el pago de las nóminas lo atribuye a retrasos en los tribunales
La producción solo permite ingresar 200.000 euros mensuales
Santa Cruz de Tenerife
El entorno y la fachada de Los Compadres está como las cuentas de la compañía: en las últimas. El “milagro” esperado por sus nuevos gestores prevén que pueda traducirse en una inyección de capital de algo más de cuatro millones de euros, exactamente la deuda que debe afrontar la compañía para seguir con su actividad muy mermada y que ha provocado que grandes distribuidores de productos rechacen el pan de Los Compadres por no poder suministrárselo adecuadamente.
Su único administrador y propietario, Ruyman Hernández, propietario de Punto Base, lamenta que no se haya invertido en nueva maquinaria sino en “inmuebles”. La compañía llegó a dispone de veintiún millones de euros en patrimonio que fue vendiendo para pagar las nóminas de los empleados. La situación solo pudo aguantarse hasta mayo de 2019 cuando se traspasa la propiedad. Tres meses antes, empezaron los contactos para adquirirla. Mientras tanto, los empleados, asegura Hernández, han cobrado una parte de su sueldo desde octubre. Espera poder normalizar la situación tras la inversión que prevé cerrar en marzo.
¿Qué es lo que le motivó a adquirir esta empresa que no tenía actividad?
Me dedico a comprar empresas en dificultades. Me gustan los retos duros. La compramos con cien demandas por extinción de contrato por falta de pago. En parte supe a lo que me atenía. Esta empresa en abril del año pasado debió cerrarse. Esta empresa lleva nueve años con problemas muy graves muy graves, en decadencia. No le suministraban harina. Antes de adquirirla, hice gestiones para que se pudiera servir y continuar con la actividad para que nuestra entrada no fuera traumática.
¿Qué futuro tenía la empresa cuando la adquirió y cuánto tiene en marzo de 2020?
Lo tuvo y lo tiene. Solo hemos tenido que reinventarnos frente a las circunstancias financieras. No contábamos con las ejecuciones de demanda sobre la marcha. Suman tres millones y medio de euros. Las paralizamos. Ha habido negociación, pero es imposible llegar a un acuerdo cuando tienes un patrimonio de nueve millones de euros libre de carga. Todo el mundo quería cobrar. No se esperaba que las paralizásemos.
¿La facturación se mantiene?
Se ha reducido a unos 200.000 euros al mes. Lo atribuyo a que esas demandas, mientras iban llegando, la gente se iba yendo de la sociedad. Contábamos con un personal muy especializado. En Canarias quedan pocas industrias como estas. Según se fue la gente, más problemas teníamos.
Cuando adquirió la empresa, ¿qué rumbo se planteó? ¿Sigue siendo el mismo?
Solo ha variado en la financiación. Cuando llegamos teníamos un patrimonio de nueve millones de euros y nuestra idea era hipotecarlo para pagar las deudas de cerca de cuatro millones que debemos. Nos hemos encontrado con que la banca nos ha dicho que no porque durante nueve años se ha vendido una gran cantidad de patrimonio para pagar las nóminas. La banca no confía en que la empresa tenga que viabilidad. Primero tenemos que demostrar que la tiene porque no se quieren quedar con el patrimonio.
¿Hay inversores?
Hay tres muy interesados, pero solamente en la adquisición de la compra de inmuebles. Hemos ofrecido vender nuestro patrimonio quedándonos como inquilinos. Pagamos una rentabilidad del ocho por ciento y un pacto de recompra a los cuatro años.
Hablando de deudas, ¿por qué no han cobrado los empleados?
Pues muy fácil. Cuando alguien ha dado todas esas demandas el dinero nos lo embargaban de la cuenta. Presentamos el concurso de acreedores para que todo el mundo que se había ido cobrara ordenadamente. ¿Cuán ha sido nuestro problema? La justicia se ha retrasado. Todos los créditos que nos han embargado nos han tardado en remitir. El problema es que el reingreso de esos créditos no se ha dispuesto. El único levantamiento del juzgado ha sido de 9430 euros el día 18 de febrero. Tanto el juzgado de lo mercantil como lo social han estado entre diciembre y enero de vacaciones y se ha demorado. El administrador concursal vuelve a solicitar el 23 de enero que se entreguen todas las cantidades del juzgado de lo social consignadas en el mercantil número dos. Este lunes hemos solicitado cuarenta mil euros al juzgado para que hiciera una transferencia y poder pagar las nóminas.
¿Con ese dinero cuántas nóminas pagan?
Vamos a intentar pagar el setenta por ciento del dinero de una nómina a todos los trabajadores. Ya han cobrado el treinta. Todas las nóminas suman setecientos mil euros.
Una de las cuestiones que recrimina el comité de empresa es que solo hayan ingresado 290 euros solo a quienes no pararon el 17 de febrero. ¿Qué dice?
Es falso. Se ha pagado el treinta por ciento de las nóminas: 545€, 749€… Es el treinta por ciento del dinero que le corresponde a cada uno. Hemos ingresado julio, agosto, septiembre y octubre. De ese mes pagamos el setenta por ciento. Hemos dejado de pagar abril, el diez por ciento de mayo y todos los meses hasta noviembre, que nos embargaron.
La situación de los trabajadores es muy complicada. ¿Entiende que no se pueda sobrevivir con este dinero?
Soy consciente de eso. A todos los que han venido a hablar conmigo porque le ha generado un problema esta causa les he intentado ayudar: hay gente que ha cobrado mil euros, hay otros a los que les iban a echar del alquiler y se le dio 1500. Esta situación no la quiero para nadie ni mucho menos para los míos. Esta situación no es nuestra culpa. Tenemos culpa de comprar una empresa que debía de estar cerrada y todos esos trabajadores ya no tendrían que estar aquí.
Antes de que ustedes adquirieran la propiedad, se pagaba la nómina de dos veces. ¿Por qué no se mantuvo ese ritmo?
Porque ya no hay más propiedades que vender. Aquí se han vendido 58 apartamentos en Poblado Marinero, en Santiago del Teide. Vendiendo 58 apartamentos no pago las nóminas de dos veces las pago al contado, pero no ha podido ser. Ya no quedan apartamentos. Estamos destrabando todo en el juzgado y nos quedan dos apartamentos en Las Caletillas que vamos a vender para pagar nóminas. Estamos esperando al juzgado de lo mercantil nos dé la autorización.
Si la empresa ha tenido que pagar las nóminas de los empleados a base de vender propiedades quiere decir que la producción no da para pagar esas nóminas. ¿Por qué entonces ustedes sí que plantean que sí?
Porque nosotros dentro de la venta de activos hay una inversión de un millón y medio de maquinaria. Ahora no podemos suministrar las necesidades de producto de varias cadenas de supermercado nacionales que suman en total sesenta y ocho mil panes para el archipiélago semanales. Lo que tendrían que haber hecho los trabajadores hace cinco años es decir “oye, en lugar de comprar propiedades por ahí, invierte un millón y medio de euros en maquinaria”. La maquinaria ahora es caótica. Somos líderes en el pan sin corteza. Podemos producir en la actualidad unos 17.000. No estamos dentro de la cuota de mercado. No somos productivos y nuestra maquinaria tiene cuarenta años.
¿Hasta cuando mantendrá esta situación con las nóminas?
Si todo sale bien y algunas actuaciones de la prensa no nos fastidian el tema de los inversores, espero que como tarde a principios de abril tengamos la inversión sobre la mesa.
Es muy generoso por su parte pensar que porque los medios informen se va a fastidiar una inversión.
Le puedo enseñar mensajes de inversores donde dicen que la situación de la huelga no les viene nada bien para que el resto de propietarios inviertan en una empresa donde no se pagan a sus trabajadores.
Entonces es un problema de la empresa con sus trabajadores, no de los medios de comunicación.
No, no, no…
Quería dejarlo claro. ¿Qué ocurriría si los trabajadores no aguantan más esta situación? Por ejemplo, plantearan parar la producción. ¿Si se para, qué ocurre?
El cierre de la sociedad. Si no hay producción se cierra porque no tiene sentido. Yo les di un margen a los trabajadores para que no estuvieran gastando todo el mes de noviembre y diciembre. Se lo notifiqué para que no dijeran que luego los iba a despedir. Mi objetivo es reflotar esto. La gente de Los Compadres ha hecho un esfuerzo muy grande. Hay algunos que han hecho un esfuerzo para que cierre. Cien trabajadores con tres millones y medio de euros en indemnizaciones poco favor le hacen a una sociedad como esta. Todos los que se bañaban con el nombre de Los Compadres en el corazón, incluso familiares de los antiguos propietarios, han querido cerrar esta sociedad.
En general, lo noto optimista.
Si no lo soy yo, ¿quién lo va a ser? No podemos dar la imagen que estamos dando. Estamos elaborando el mayor plan de marketing de esta empresa. Cada persona mayor que se muere es un cliente menos. Soy muy optimista porque sé lo que tengo entre manos. No vengo a jugar con nadie.
Tiene un gran reto por delante…
Seguramente el mayor en el que me he metido. Esta empresa llegó a tener 21 millones de euros de patrimonio. Ahora tenemos 9 millones. Seis y medio son la nave principal. Esta empresa con el patrimonio que tiene y la deuda que tiene no es nada. Si los bancos nos hubieran dado la financiación, no habríamos tenido problemas. Se nos está haciendo tremendamente complicado. Estamos a las puertas de que nos digan que sí a la compra de la nave.
Cuando las cosas parece que son complicadas es posible que no salgan.
Lo que pasa es que los milagros a veces ocurren.
¿Es un milagro que esta empresa sea reflotada?
No, bueno… Posiblemente, sí. Esta empresa debió ser cerrada.

Eric Pestano
(Tenerife, 1992) Jefe de informativos y programas de SER Las Palmas desde el 2022. Graduado en Periodismo...




