"Cien soles negros" de Manuel Cantos Millán, una novela dura pero con esperanza
Dos euros por libro vendido se destinará a la Fundación Panzi

Manuel Cantos ha hecho realidad un sueño: publicar su primera novela / Manuel Cantos

Elda
“Una novela dura, pero con esperanza”. Así define Manuel Cantos Millán su primera novela titulada, “Cien soles negros”.
Millán ha elegido la vía de la autoedición para darse a conocer como tal, y luego poder entregar dos euros por libro vendido a la Fundación Panza.

Denis Mukwege es el fundador del Hospital Fundación Pazi / Fundación Paurides

Denis Mukwege es el fundador del Hospital Fundación Pazi / Fundación Paurides
La Fundación Panza, un hospital en Bukavu, R. D. del Congo, que atiende gratuitamente a las mujeres y niñas violadas. Su fundador es el ginecólogo congoleño, Denis Mukwege, Premio Nobel de la Paz 2018, junto a la iraní Nadia Murad.
Manuel Cantos Millán, natural de Banyeres de Mariola (Alicante), donde creció, estudió y desarrolló su actividad como comerciante junto a sus padres y hermanos. Con esta su primera novela, “Cien soles negros”, ha dado el salto de la lectura a la escritura. De temática tremendamente actual, indaga en los oscuros recovecos del expolio y la injusticia que vive África desde hace muchos siglos.
Precisamente, la Fundación Balmis del Rotary Club Alicante ha acordado entregar el Premio Balmis 2020 al doctor Denis Mukwegw, el próximo 17 de abril.
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Entrevista a Manuel Cantós Millán, autor de "Cien soles negros"
Sinopsis
Uno de sus protagonistas, Tino, corresponsal de prensa, prepara un difícil y peligroso reportaje sobre el escondido tráfico ilegal del nuevo oro negro del siglo XXI, el coltán, un mineral que no todos conocen, pero que todos llevamos en nuestros ordenadores y terminales móviles. Y Sheila, una extraordinaria mujer que, después de conocer a Tino en un encuentro tan casual y fugaz como apasionado, mientras pasea en el amanecer de una solitaria playa alicantina, asiste al naufragio de una patera en la que viajan, entre algunos chicos, dos jóvenes madres, Janihs con su hijo Mohene, de apenas cinco años, y Nneka, portando en su regazo una niña que espera todavía cumplir su primer año, y que encontrará su nombre en el duro trayecto que a su temprana edad le queda por recorrer hasta llegar a la tierra prometida.




