Sálvese quien pueda
Hoy por Hoy Soria
Soria
La noticia de que Soria será punto de referencia de las inversiones en centros de procesamiento de datos con una importante capacidad de atracción para proyectos análogos y de futuro y que situará a esta provincia en el mapa de la industria tecnológica llega envuelta en un halo de esperanza para esta tierra.
Por primera vez, el Gobierno de España incluía a Soria entre las prioridades de la Comisión Delegada para el Reto Demográfico con una mención específica: Soria acogerá el Centro de procesamiento de datos de la Seguridad Social, noticias que nunca suceden porque casi siempre nos perdemos en proyectos, estudios y teoría.
Pero, al margen de los puestos de trabajo, inversiones de la administración del Estado correspondiente y de lo que pueda suponer para esta provincia, la moraleja que se puede extraer es que aquí no nos van a traer nada por nuestra cara bonita, porque seamos los más despoblados o porque demos pena al gobierno de turno al ser tan pocos.
Esta noticia lo demuestra. Este centro de procesamiento de datos no llega por casualidad. Surge por la genial idea de un joven ingeniero soriano, Diego Sanz Yagüe, que desde hace seis años trabaja en Tailandia y que en su día participó en un concurso que se llamaba “Ideas por Soria” celebrado en el casino amistad Numancia en diciembre de 2016.
Esa idea la recogió el CEDER de Lubia y empezó a trabajar sobre ella durante varios años. En la actualidad, lo sigue haciendo. El estudio correspondiente con sus resultados se remitió a FOES, quien a través de Invest in Soria lanzó el año pasado la campaña para la votación de su candidatura con el nombre “Máxima eficiencia de los CPDs para repoblar la España”, resultando galardonada en la sexta edición de los Premios a la Innovacion y Tecnología para la eficiencia en la Era Digital y cuyo reconocimiento resultó finalmente el detonante para que la Seguridad Social tuviera en cuenta a Soria. Luego, el trabajo político con los representantes provinciales y los contactos con sorianos entre bastidores hizo el resto. A falta de que la ministra de turno venga aquí a anunciarlo con pompa y circunstancia, esta es la historia de lo sucedido.
Lo debemos tener muy claro: O buscamos nosotros las soluciones para esta tierra, o nadie va a venir aquí con la varita mágica para salvarnos.




