Recuerdos de un cuerpo con mucha historia
La Casa de Cultura exhibe una muestra que relaciona el 175 aniversario de la Guardia Civil y las infraestructuras ferroviarias de la línea Valladolid-Ariza en Aranda

La alcaldesa, juntao al teniente Lobo, jefe accidental del puesto de Aranda, inauguraron esta muestra / Cadena SER

Aranda de Duero
El 175 aniversario de la creación de la Guardia Civil y el Museo del Tren de Aranda se alían para ofrecer al espectador estos días una muestra en la sala principal de la Casa de Cultura de la capital ribereña. Esta muestra permite contemplar la evolución de este cuerpo, que se estableció en esta localidad en 1845, un año después de su fundación, a través de fotografías, vídeos, objetos históricos, uniformes y recreaciones de estancias de diferentes épocas, que contrastan con los medios de los que se dispone en la actualidad.
En sus primeros años de andadura, el objetivo principal de este cuerpo era dar servicio a las principales poblaciones partiendo de las vías de comunicación más importantes de España. El tren era una de esas infraestructuras que entonces tenían peso en Aranda como estación de la línea Valladolid-Ariza, de ahí el nexo de unión de los temas que centran esta muestra, como explicaba la alcaldesa en el estreno.
Raquel González recordaba también que la Guardia civil ha pasado por distintos cuarteles. Durante el siglo XIX por los actuales Jardines de Don Diego (lo que había sido el palacio episcopal y luego fue el convento de los claretianos), Ya en el siglo XX, por la Plaza San Antonio, aprovechando que estaba junto a una de las principales vías de comunicación como era la Nacional I. También había entonces un segundo cuartel en la calle Cascajar (donde ahora está el Hogar de Mayores Arco Pajarito), y el ayuntamiento todavía conserva con mimo la bodega de las Caballerizas, que recuerda donde los guardias civiles cobijaban a sus caballos. Fue ya en el año 1960 cuando se habilitó la casa cuartel de la calle Santiago que existe actualmente.
En todos los casos fue el ayuntamiento de Aranda quien cedió los terrenos para la construcción de los cuarteles, porque consideraba indispensable que la este cuerpo estuviera en la localidad en las mejores condiciones posibles.
La regidora municipal quiso hacer mención a algunos agentes que han pasado por esta localidad, como es el caso de Félix de Diego, natural de Fuentecén, muy cerca de Aranda, que el 7 de junio de 1968 era testigo del asesinato de su compañero, José Pardines, el que está considerado como primera víctima de ETA. Varios años después, el 31 de enero de 1979, era también asesinado por esta banda este mismo agente. En este acto inaugural, la alcaldesa recordó también a Abraham Bravo Picallo, nacido en Galicia en 1977. pero que vivió toda su niñez y juventud en Aranda. “Su ilusión era ser guardia civil y, estando destinado en Afganistán, murió en un atentado terrorista el 25 de agosto de 2010. Sus restos descansan en el cementerio de Aranda”, detallaba González.




