Cerca de 200 personas participan en el simulacro de emergencia del Alcázar de Segovia

Segovia

El Alcázar de Segovia ha realizado este viernes un simulacro de emergencia que ha contado con la participación de cerca de dos centenares de personas entre voluntarios, trabajadores de la fortaleza y efectivos de emergencias y que rememora, como cada año, el incendio que devastó el monumento el 6 de marzo de 1862.

La situación simulada ha comenzado con la explosión de un teléfono móvil en una de las salas del depósito del Archivo General Militar, repleta de estanterías de madera y legajos de papel, lo que ha provocado la rápida propagación del fuego por el sector sureste del Alcázar, a través de la escalera que da acceso a la Torre de los Capellanes, momento en el que el detector de incendios ha enviado una señal de alarma al centro de control de seguridad. Un trabajador de mantenimiento del Patronato ha quedado aislado y otro ha resultado herido como consecuencia de las llamas.

Tras una inspección "in situ" por parte del vigilante de seguridad y ante la gravedad de la situación, el jefe de seguridad ha puesto en marcha el operativo de emergencia, la gerencia ha decretado el nivel tres de alerta, el más alto, y es en este momento es cuando se ha cursado el aviso al servicio de emergencias 112, constituido por bomberos, policía y emergencias sanitarias.

Una vez personados en la plazuela del Alcázar, los servicios de emergencia han evacuado en menos de 30 minutos a los 110 voluntarios que se encontraban en el interior de la fortaleza, así como a los trabajadores del Patronato del Alcázar, los del Archivo General Militar y los empleados de la cafetería y la tienda de recuerdos y han procedido a la extinción del fuego y el traslado por el servicio de emergencias sanitarias de los dos heridos a la carpa habilitada en las inmediaciones.

Tras controlar el fuego, los equipos integrados por personal del Patronato y del Archivo General, han llevado a cabo las actuaciones orientadas a salvaguardar los fondos del Alcázar. Para ello, han procedido a evacuar una serie de legajos de papel, que no han resultado quemados pero sí dañados por el agua y se ha llevado a cabo su congelación para evitar el sangrado de tintas.

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Este año se cumple el 158 aniversario del incendio que asoló la fortaleza y la alcaldesa de Segovia, presente en el simulacro, ha destacado que este acto permite "tener muy afinados los protocolos de seguridad y cada año se sacan lecciones para ir mejorando los medios como la carpa de la que se ha dotado este año el Patronato".

Por su parte, el alcaide del Patronato del Alcázar, el Coronel Alejandro Serrano, ha afirmado que aunque el simulacro se realiza una vez al año "el personal está preparado para cumplir con los protocolos y preocuparse de las dos cosas más importantes: el personal y el monumento, por lo que contiene y por lo que representa".

En cuanto a los aspectos técnicos de la puesta en marcha del dispositivo de emergencia, el jefe del cuerpo de Bomberos de Segovia, José Luis del Pozo, ha destacado que la base fundamental del procedimiento "es la salvaguarda de las personas a través de unos protocolos de actuación" que se realizan en concierto con el Patronato. Y por otro lado, la conservación del patrimonio, tanto del continente como del contenido. "Dada su estructura peculiar y la mala accesibilidad, se están diseñando las medidas de protección y medios de extinción que se van mejorando cada año", como las columnas secas distribuidas por todas las áreas y un grupo de presión "que lo que hace es reducir 25 minutos la intervención", ha afirmado Del Pozo.

En cuanto a la intervención sanitaria, "en un supuesto como el que aquí se entrena es muy importante que esté sincronizada y con esto nos hacen trabajar mejor y sentirnos más seguros como profesionales a la hora de tener que intervenir", según ha destacado Rafael Capdevila, enfermero de la Unidad Móvil de Emergencias de Segovia.