Perder para aprender

Aranda de Duero

Derrota del BlasGon y CERES frente a Antequera (25-26). Trayectorias opuestas en el 40x20 del Príncipe de Asturias. Los ribereños no supieron dar continuidad a su gran juego de la primera parte en la reanudación. Segundo acto en el que la agresividad defensiva y la veteranía andaluzas acabaron por imponerse.

Duelo vibrante que no defraudó tampoco en la grada. Nuevamente más de 2.000 espectadores vibraron en el feudo ribereño. Nueva demostración de la fidelidad de la afición amarilla con su equipo, a pesar de sumar la segunda derrota de la temporada en casa.

Exhibición amarilla en el arranque

Extraordinario partido nuevamente de los amarillos, tanto en ataque como en defensa para iniciar el encuentro. Gran tarjeta de presentación. Primeros 20 minutos para enmarcar.

Fortaleza sin fisuras en defensa. Velocidad y buena selección de lanzamientos en ataque. Abusivo. 13-7. Como de un Villa de Aranda poseído por los dioses del triunfo, el equipo fascinaba. Pero cual pócima que deja de hacer su efecto, poco a poco, comenzaron a aparecer los errores.

Un síntoma de humanidad que aprovechó Antequera para acercase en el marcador. Primero 13-10 (minuto 23) y al cierre del primer acto la renta quedaba en tan solo dos goles (15-13)

Desaparecidos... pero con opción de puntuar

Cambiaron las tornas en la segunda parte. Antequera cerró filas secando el ataque de un Villa de Aranda irreconocible. Se acabaron los efectos de la gloria. Sin continuidad en ataque los ribereños sufrían la agresividad defensiva de los andaluces. Los de Lorenzo Ruiz crecían sobre la cancha de manera directamente proporcional, a la disolución amarilla.

Alberto Suárez intentó corregir errores, o al menos llamar la atención de sus jugadores, desparecidos. Tiempo muerto. Minuto 34. Algo no funcionaba. Tocaba reaccionar. Pero el toque de atención no tuvo su efecto. Momento clave. Minuto 39. Antequera se ponía por delante. 16-17. Nervios y un nuevo escenario. Otro partido y otro plan por delante.

Cada vez más cómodo, Antequera acrecentaba su propuesta. Agresividad que se llevó a José Antonio Jiménez al vestuario por una fea acción ante Matheus. Tarjeta roja. Nervios que precipitaban al error amarillo. Sin guía en el norte, Javi García desaparecía entre los brazos andaluces. Las alternativas en el lanzamiento debían aparecer. Lo hicieron, pero sin continuidad y con desafortunados porcentajes de error. Fallos y paradas del meta antequerano. Difícil así.

A pesar de todo, la casta, el pundonor y la raza llevaron a los ribereños a optar al empate. Primero tras el empate 19-19. Minuto 46. Un cuarto del choque por delante. Resistencia amarilla. Pero fue un espejismo momentáneo. Nuevas brechas antequeranas. Del 19-21 a un desesperanzador 22-25. Tres minutos para el final. Solo la fe podía evitar lo evidente.

Y pudo ser. El fénix resurgió. Apareció de nuevo en escena la épica. Ataque de Antequera. Gol. 25-26. Ataque amarillo y... nuevo error, pérdida de balón y final. No pudo ser. La firmeza de Antequera se impuso a los impulsos y nervios de un Villa de Aranda que puede tomar nota para crecer de una experiencia como esta. Queda mucha liga, igualada y apasionante.

Tras este traspié, el Villa de Aranda mantiene su segunda plaza (30 puntos), pero ve como el propio Antequera (4º) y Torrelavega (3º) -que superó a Cisne (32-27)- ambos con 29 puntos, se acercan por detrás. La lucha por el ascenso se aprieta aún más a falta de nueve jornadas para el final de la liga regular. Alcobendas (5º) se queda algo retrasado (24 puntos) tras perder en Ciudad Real (32-27) y Novás (6º) se mete en la pelea por la fase de ascenso con 23 puntos.