El tesoro que esconde Jarlins
Vicente Rivas nos muestra las entrañas de este conocido negocio y nos acerca a la historia comercial de la provincia desde 1950
Ciudad Real
A medio camino entre la capitalina Plaza del Pilar y la ronda de Ciruela, en la calle que lleva el mismo nombre, encontramos un comercio de los de toda la vida y por el que seguramente muchos de ustedes han pasado: Jarlins.
Durante más de 70 años ha sido una referencia del comercio mayorista y al detalle de toda la provincia. En Jarlins podemos encontrar ropa interior, pijamas, camisas de caballero, vestidos, juguetes, sujetadores de todo tipo, textil de hogar, ropa de bebé, elementos profesionales, elementos de mercería,... y así hasta 100.000 productos diferentes de todas las tallas y colores en la mayoría de los casos provenientes de fábricas nacionales.
La silueta de la casa de dos plantas donde se encuentra se recorta claramente frente a los grandes edificios que la rodean. Una pequeña isla con más de dos siglos de antigüedad cuya fachada apenas permite imaginar el inmenso tesoro que esconde en su interior: un laberíntico almacén de más de 2.000 metros cuadrados.
Vicente Rivas, gerente de Jarlins, no habla de los secretos de este negocio textil con más de 70 años de vida
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El tintineo de la campana de entrada anuncia nuestra entrada a la tienda; un espacio en el que las camisas, pijamas, expositores de hilos y braguitas comparten el abarrotado espacio expositivo. Pasamos por detrás del mostrador y tras un breve recorrido llegamos a una pequeña oficina donde nos recibe Vicente Rivas, que ahora dirige este negocio que levantó su padre.
Vicente lleva toda una vida en Jarlins y ha hecho de todo: desde mozo de almacén hasta dirigirlo, por lo que se conoce el almacén y la tienda al milímetro. Sabe que hay en cada una de las cientos de cajas, cajones y estanterías.
Mientras recorremos las diferentes habitaciones nos cuenta la historia del edificio; antigua cooperativa de los ferroviarios y bodega en la planta baja, donde se inició el negocio. O vivienda familiar del conocido médico Vicente Almagro y su esposa Milagros Gil. Todavía se conservan numerosos vestigios de ese pasado: desde los mosaicos de baldosas hidráulicas a las chimeneas que calentaban las habitaciones.
También recuerda Vicente los tiempos en los que la empresa contaba con más de 20 empleados, ahora la conforman 9, y en la provincia había más de 25 grandes almacenes que suministraban a pequeños establecimientos. Hoy en día solo permanece abierto Jarlins, un negocio que cuando Vicente se jubile no encontrará relevo en sus hijos.
Agustín Cacho Borrás
Redactor de contenidos en SER Ciudad Real con especial atención al entorno rural y el sector agroalimentario....