Puntos negros

Palencia

A día de hoy, me siguen sorprendiendo noticias como la muerte de una mujer por atropello en un punto negro de la ciudad. ¿Cómo es posible que dentro de la capital podamos hablar de puntos negros? Probablemente sea una calificación que los medios de comunicación han utilizado sin demasiado rigor, pero algo de razón seguro que tienen.

El accidente se ha producido en el Paseo de la Julia, en el que, con cierta frecuencia, ocurren sucesos como éste. La culpa la tenemos los conductores que no guardamos las medidas de precaución debidas ni respetamos las normas de circulación establecidas. Tenemos que tener en cuenta que los despistes al volante son, actualmente, la principal causa de accidentes de tráfico y nos cuestan muchas vidas. Por tanto, debemos hacer examen de conciencia y cambiar vuestros hábitos circulatorios. La atención al volante debe ser permanente y hemos de ser conscientes de que conducimos una máquina que puede herir e incluso matar a personas.

Dicho esto, las administraciones públicas tienen su cuota de responsabilidad en estos hechos. En el caso que nos ocupa, el Ayuntamiento no puede mirar para otro lado. Los accidentes más graves en la ciudad son los atropellos y lo curioso es que, en Palencia, todo el mundo sabe que existen calles y zonas que suponen un peligro evidente para los peatones. Siendo precisos no se pueden considerar técnicamente como puntos negros, pero si zonas de alta concentración de atropellos.

Es hora de que, desde la corporación municipal, se tomen medidas como la instalación de semáforos, la construcción de rotondas, la construcción de badenes y la iluminación especial en los pasos de peatones para eliminar estas zonas peligrosas.

El Estado también tiene cierta responsabilidad en el accidente comentado. El conductor es un octogenario que sentirá mucho el daño causado y que, con total seguridad, no se ha producido por ninguna imprudencia ni a una merma de sus capacidades. Ahora bien, hay algunos casos en que personas de avanzada edad o con problemas psicológicos o que están tomando una medicación incompatible con la conducción siguen renovando el carnet de conducir porque superan el test psicotécnico.

Este test lo llevan a cabo empresas privadas y, salvo informe médico que ellas conozcan o prueba manifiesta “in situ” de la incapacidad para conducir, suele ser superado en la casi totalidad de las renovaciones. Este sistema me parece muy poco riguroso. Propongo que sea la propia administración, a través de los servicios sanitarios, la que lleve a cabo esta valoración, teniendo en cuenta, además de las pruebas específicas, los informes médicos que obran en su poder.