Se elevan a 39 los afectados por coronavirus en la Región, dos en la UCI

Murcia

Los contagiados por coronavirus en la Región de Murcia ascienden ya a 39, tres más que en el balance de este viernes por la mañana, en el que se sumaban siete casos nuevos con respecto a ayer, todos de ciudadanos procedentes de Madrid, por lo que la Consejería de Salud ha insistido en que todas las personas procedentes de esa comunidad autónoma deben guardar cuarentena de 14 días sin salir de sus domicilios.

De las personas contagiadas, 9 permanecen hospitalizados, 2 de ellos en la UCI y el resto (30), aislados en sus domicilios, y se han llevado a cabo más de 800 pruebas para detectar la enfermedad, al tiempo que se ha reforzado la línea de información telefónica (900 12 12 12), a la que solo se debe llamar en caso de tener síntomas y dudas sobre si se ha contraído el Covid-19.

El 112, ha explicado el consejero de Salud, Manuel Villegas, debe reservarse para llamadas por casos de urgencia o emergencias, y ha insistido en la trascendencia de quedarse en casa ante cualquier síntoma o la menor sospecha de estar contagiado.

El consejero ha comparecido en rueda de prensa acompañado por María Dolores Chirlaque, jefa del servicio de Epidemiología; Asensio López, gerente del Servicio Murciano de Salud (SMS); José Vicente, directo general de Salud Pública, y Jaime Pérez, médico especialista en medicina preventiva, tras mantener una reunión informal con periodistas para analizar la situación.

Todos ellos han insistido en que el mensaje fundamental debe ser el del "aislamiento social" ya que es la única garantía para no propagar los contagios, y han hecho especial hincapié en que las personas procedentes de Madrid deben guardar cuarentena en sus domicilios.

Los siete casos nuevos de esta mañana con respecto a los que había ayer procedían de esa comunidad, según los responsables sanitarios, que han destacado uno de los ingresados en la UCI, en el hospital de Los Arcos del Mar Menor, con 88 años, que viajó en tren desde la capital ya con síntomas.

Los ayuntamientos de las zonas costeras, donde muchos madrileños tienen su segunda residencia, están colaborando en la difusión de la orden de cuarentena emitiendo mensajes por megafonía para recordar la importancia del aislamiento, en especial, de cualquier persona con síntomas como fiebre, tos o cuadros respiratorios, que deben quedarse en sus domicilios y no acudir al trabajo ni seguir con sus rutinas diarias.

A ese respecto, Vicente ha insistido en que "es clave el distanciamiento social, la separación" y ante la pregunta de qué actividades se pueden o no llevar a cabo la respuesta es que es imprescindible poder garantizar una separación de 1,5 metros como mínimo con el resto de personas con las que se vaya a estar.

Por eso, han hecho un llamamiento a los negocios de hostelería y de ocio para que, si no pueden garantizar esa distancia entres sus clientes, no abran sus puertas y han resaltado que hay tres medidas básicas de protección: distanciamiento, higiene de manos y limpieza de superficies.

De cara al próximo lunes, cuando no habrá clases en ninguno de los centros educativos de la región, Villegas ha insistido en que se debe evitar que sean los abuelos quienes se hagan cargo de sus nietos, ya que los mayores de 60 años son la población más vulnerable y deben permanecer lo más aislados y sin contacto social posible.

Ha apelado también a la responsabilidad de los padres para que eviten llevar a sus hijos a zonas de ocio, parques y otros lugares en los que pueda haber aglomeraciones, ya que si esto ocurre, la medida de cerrar las escuelas no sería efectiva.

También a jóvenes universitarios y adolescentes, un segmento de la población menos vulnerable pero que podría contagiar a padres o abuelos, por lo que han subrayado el mensaje de la responsabilidad personal como única fórmula para evitar los contagios.

En cuanto a los profesionales del SMS, hay unos 40 sanitarios asilados en cuarentena, aunque no presentan síntomas, y uno de ellos está contagiado.

El SMS está valorando hacer "reservas" de facultativos que, estando sanos, permanezcan aislados en sus domicilios con el objetivo de que puedan sustituir a compañeros que puedan ser contagiados en el futuro.