Logroño no respeta la solicitud de mantener la cuarentena

Logroño

La Gran Vía ha sido esta mañana la imagen, y no la única, que contradice totalmente lo indicando en rueda de prensa por las autoridades del Gobierno de La Rioja, que ha felicitado a todos los riojanos por su elevado sentido de la responsabilidad social para impedir en la medida de lo posible el contagio masivo de lo que ya es una pandemia.

En el primer día de Estado de Alerta, en un día cualquiera de pandemia en La Rioja, los logroñeses han decidido pasear por su gran vía para, por ejemplo, comprarse unos zapatos, cortarse el pelo, con cita previa claro, porque dos peluquerías estaban hasta arriba de gente, comprarse en varias tiendas de embutidos un poquito de jamón para pasar esta pandemia con el mejor sabor de boca posible, o incluso, en dos tiendas, adquirir bien de chucherías para los más pequeños. En este soleado día de pandemia infecciosa, numerosos logroñeses han decidido acudir a los supermercados de Gran Vía para comprar natillas, patatas fritas, encurtidos, y unas cervecitas. Si nos encierran, habrán pensado, que nos pillen bien pertrechados, también de coronavirus porque absolutamente nadie respetaba la distancia mínima de un metro y medio a la hora de hacer cola para pagar, ni tampoco nadie regulaba la fila para que esta obligación se cumpliera.

Pero lo más preocupante de este paseo de media hora que nos hemos dado esta mañana las 12 y media por la Gran Vía logroñesa es que hemos podido ver a muchísima gente mayor, principal población de riesgo, hemos visto a muchos ancianos sentados en las terrazas de los bares tomándose un agradable vermut al agradable sol de marzo; y lo más preocupante, en esta media hora de paseo para informar a los que sí están respetando el consejo de quedarse en casa, hemos podido observar cómo asistentes y familiares han tomado la decisión de pasear a sus mayores, esos que van bien abrigados en sus sillas de rueda, y que sin duda, corren un grave riesgo con este tipo de comportamiento.