'Sobreviviremos'
En estos días muchos otros ángeles de la guardia se están jugando su vida para mantener la nuestra
La Firma de Fernando Trujillo, "Sobreviviremos"
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Algeciras
El pasado 4 de febrero nuestro mundo se puso patas arriba. Mi sobrino, un niño bueno de 13 años de edad, acudió a urgencias del Hospital Punta Europa aquejado de un fuerte dolor de cabeza, mareos y sensación de fatiga. Allí lo recibió un ángel de la guarda, una de esas personas anónimas que a veces se cruzan en nuestra vida para salvarla. Si ese día mi sobrino no se hubiera cruzado con el doctor Jacinto Cossi, a quien siempre estaremos agradecidos, quizás no le habrían detectado el tumor cerebral del cual fue operado solo tres días después, el 7 de febrero, en el Hospital Puerta del Mar de Cádiz.
En estos días muchos otros ángeles de la guardia se están jugando su vida para mantener la nuestra. Con escasos recursos tras años de austeridad asesina, el personal sanitario en su conjunto está luchando por salvaguardar nuestra salud y, con ella, nuestro modo de vida. Que podamos ecuperar la normalidad mañana depende del éxito de nuestros médicos y enfermeros hoy.
Este virus ha venido a demostrarnos que somos débiles como individuos pero que también podemos ser fuertes como sociedad cuando nos empeñamos en serlo. Unos, permaneciendo en casa y trabajando a distancia; otros en la calle haciendo su trabajo como la policía o la guardia civil; unos pocos dejándose la piel en los hospitales: todos tenemos una tarea que cumplir y nuestra respuesta colectiva será el muro que detenga a la enfermedad y los pilares sobre los cuales construiremos una sociedad más fuerte.
Sin lugar a dudas, triunfaremos. Solo espero que cuando esto llegue, y espero que sea pronto, no nos olvidemos de reconstruir el mejor sistema de salud posible. Que no escatimemos ni un solo céntimo para tener los mejores hospitales y centros de salud con los mejores profesionales y los recursos más adecuados en cada momento.
Hoy mi sobrino está de nuevo en el hospital, en Sevilla. De nuevo tienen que intervenirle y un nuevo ángel de la guarda extenderá sus alas para que él pueda volver sano a su casa. De nuevo iremos a ver jugar al UDEA, irá de nuevo a su instituto Carlos Cano y se reirá de todo lo que está pasando en estos meses. La enfermedad será solo un recuerdo, para él y para nosotros. Todo habrá pasado y, como dice la canción, sobreviviremos.
