Educación en tiempos de virus

Valencia

La crisis del coronavirus ha roto todos nuestros esquemas. Asistimos atónitos al aumento imparable del número de muertos, de contagiados, pero también de trabajadores despedidos. Y hay un sector que se está reinventando también a marchas forzadas: la educación.

Con los estudiantes confinados en sus casas, el reto de la Conselleria de Educación es enorme. Su primer acierto ha sido garantizar el pago de los sueldos del personal de los comedores de colegios públicos. Una buena manera de evitar más despidos.

Otra medida importante ha sido asegurar a los alumnos con beca de comedor un vale para gastar en Consum. Los niños se quedan sin comedor, pero no sin comer. La Conselleria ha demostrado aquí ingenio en una cuestión que no era fácil de resolver. Basta ver lo que se le ha ocurrido a la Comunidad de Madrid, que recurrirá a Telepizza.

Además, la Conselleria ha puesto en marcha a contrarreloj una nueva plataforma educativa digital. Por eso sorprende tanto la que tal vez es la decisión más absurda: ordenar a miles de profesores acudir a unos centros sin alumnos. Esta instrucción se ha suavizado luego, pero no tiene ninguna lógica mantener a equipos de personas en colegios vacíos. Todo lo contrario al confinamiento en un sector que puede -y debe- estar confinado.