Coronavirus: Situación en las residencias de la tercera edad de Ávila

Ávila

En Ávila dos de cuatro los fallecidos con el COVID 19 registrados hasta el 20 de marzo estaban en una residencia de ancianos. Cinco residentes permanecen hospitalizados. Y hay más de medio centenar aislados en su residencia por tener síntomas o por haber estado en contacto con residentes que sí han resultado infectados.

Por primera vez este viernes la Consería de Familia ha dado información de cual es la situación en las residencias de la tercera edad, lugares especialmente vulnerables ante esta pandemia que se propaga con mucha rapidez y que tiene mayor índice de mortalidad en pacientes con más de 70 años.

El principal problema que está teniendo la Junta de Castilla y León es la dificultad que hay para distribuir de los equipos de protección individual, que son escasos. Este fin de semana la Junta espera la llegada de más material. Y se ha pedido ayuda a la Unidad Militar de Emergencias para la desinfección de las residencias de personas mayores.

En el Centro Residencial Infantas Elena y Cristina, que depende de la Diputación Provincial y está ubicado en la capital, se ha reforzado el personal sanitario en la medida en que se lo han podido permitir, para tener la atención al máximo.

Han habilitado dos pabellones para aislar a quienes tengan tos o fiebre. En uno hay 6 residentes y en otro diez. Están aislados y en observación por si se tratara de casos de COVID-19. Cada pabellón en este centro tiene su personal asignado de forma que no entran en otros pabellones como medida de seguridad. Se han desinfectado todos los espacios, incluídas las oficinas del centro.

Lo que más preocupa es la falta de material de protección como mascarillas, guantes, etc. Tienen para seis días. Beatriz Díaz, diputada del área de Servicios Sociales de la Diputación de Ávila dice que  cuando empezó todo hace ahora un mes hicieron pedidos extra de material y es con lo que están tirando "porque los que hemos hecho en estas últimas semanas nos los han confiscado y no nos llegan". "Tenemos más de 10.000 mascarillas pagadas, un montón de guantes...y no nos llegan", se lamenta. Ya han puesto la situación en conocimiento de la Junta de Castilla y León.

Preocupa no solo la salud física sino también la salud emocional de las personas que están en estas residencias. "Están acostumbrados a acudir a sus talleres de terapia, a sus paseos por el jardín y ha habido que suspenderlos", recuerda Beatriz Díaz, que dice que hay explicárselo y hacer que lo entiendan. Y lo más importante. No ven a sus familias. "Si es cierto que desde el centro se llama a sus familiares para hacerles ver como están, pero esa carga de afecto no la están recibiendo".