Tras una semana de confinamiento, los psicólogos alertan de que lo preocupante llegará a partir de ahora

Alicante

Se cumple más de una semana del estado de alarma decretado por el Gobierno ante el avance del Covid-19, ocho días de confinamiento en los hogares en el que, ya saben, solo se puede salir a la calle para ir al trabajo, para ir a comprar productos de primera necesidad o por causa de fuerza mayor.

Según los psicólogos, el confinamiento ha supuesto un cambio inesperado y muy brusco en la manera de plantear el día a día. Aseguran que durante estos primeros ocho días la población se ha ido adaptando dentro de sus posibilidades pero que lo preocupante vendrá a partir de ahora.

Ademas, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez ha anunciado este domingo que el estado de alarma se ampliará hasta el próximo 11 de abril por lo que el confinamiento será, como mínimo, de un mes.

Óscar Cortijo, vicedecano del Colegio de Psicólogos de la Comunitat Valenciana, declara que estamos viviendo una situación sin precedentes y de una exigencia de fortaleza psicológica muy importante.

Admite que este cambio brusco de hábitos genera nerviosismo, insomnio y pensamientos rumiantes respecto a la enfermedad. Añade que el no tener claro un horizonte genera mucha incertidumbre a lo que se suma el fuerte impacto que está crisis sanitaria está provocando en el empleo. "Hay un colectivo muy importante de personas que están viviendo una situación muy estesante".

El principal consejo para sobrellevar de la mejor manera esta situación según Cortijo es "no ponerle una fecha al final del confinamiento". Cree que es un error que puede generar mayor nerviosismo y ansiedad.

Asimismo, considera que "hay que establecer rutinas", intentar aplicar al máximo lo que se hace en el día a día pero dentro del tablero de juego que exige otro tipo de modalidad de relación y trabajo. Otros consejos son mantener el contacto con tu entorno social a través de la tecnología, evitar la sobre información y no comer y beber más de la cuenta.

Óscar Cortijo explica además, que la probabilidad de conflicto aumenta ya que se produce una interacción social dentro del hogar en una situación no planificada.