Mañana será mejor

Canarias

Lunes 23 de marzo. Noveno día de aislamiento. Cuando Pedro Sánchez advertía, una y otra vez: “Lo peor está por llegar”, creo que todos los españoles entendimos lo mismo. Que se refería al coronavirus y no a la maldad humana, que siempre encuentra en las circunstancias más adversas un caldo cultivo para expresarse. En la crisis del COVID-19 en España se ha manifestado en el día de hoy en dos acontecimientos que nos han puesto los pelos de punta. En las tareas de higiene que el Ejército realizaba en diversas residencias del país ha descubierto “ancianos conviviendo con cadáveres bajo el mismo techo”. Una imagen dantesca que Defensa ya ha puesto en manos de la Fiscalía General del Estado.

Por su parte la Policía Nacional detectaba, también hoy, un virus informático destinado a provocar el caos en los hospitales. Según explicó el Director Adjunto Operativo (DAO), José Ángel González, se trata de "un virus muy peligroso enviado por correo electrónico a personal sanitario y destinado a romper todo el sistema informático de los hospitales". Y ello sumó más de 200 bulos detectados “para crear miedo y pánico en la población".

El ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska terminó de poner la guinda al pastel, al cifrar en 60.000 las denuncias recibidas desde que se decretó el estado de alarma, el pasado 15 de marzo, por incumplimiento del aislamiento. Los detenidos ascienden a casi 600. En Canarias, uno de ellos ha acabado en prisión preventiva, impuesta por un juzgado de San Bartolomé de Tirajana.

Le robo a Carlos Suárez, el látigo negro, el título de su libro para cerrar este apunte informativo del noveno día de la cuarentena: “Mañana será mejor”. Peor, difícil.