'Manténganse a la altura'
Hoy me gustaría dirigirme a Pedro Sánchez porque su actitud, el miércoles pasado, me decepcionó soberanamente
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Los Barrios
Hoy me gustaría dirigirme a Pedro Sánchez porque su actitud, el miércoles pasado, me decepcionó soberanamente. Y me veo con la libertad de hacerlo principalmente porque soy una ciudadana del país que ahora gobierna en el que afortunadamente existe la libertad de expresión y después, con un poquito más de libertad, porque en las últimas elecciones le di mi voto de confianza y por lo tanto él es el político que elegí para que me representara.
Primero seguí su intervención en la radio y durante el tiempo que solo lo escuchaba no fue del todo mal la cosa. Hablaba de que eran momentos difíciles, de que somos una sociedad que camina unida, que se defiende unida y que se protege unida; que los representantes del pueblo español no eran rivales, que eran los representantes de todos las ciudadanas y ciudadanos que están hoy unidos por un gran objetivo común que es el de ganarle la batalla al virus.
Todo iba perfecto hasta que me dio la curiosidad por ver el hemiciclo vacío y puse la tele. Seguía en la tribuna exponiendo su discurso con su masculina oratoria, con ese semblante de actor de cine seguro de su atractivo. Hasta ese momento, todo predecible y medianamente convincente. Aplausos y abandona la tribuna para sentarse en su escaño y dejar paso al líder de la oposición. Pablo Casado estuvo conciliador y crítico a partes iguales.
Bueno... pues durante la intervención de Casado no fue capaz nuestro presidente de alzar la vista ni una sola vez a quien le hablaba. Se metió en sus papeles y con una prepotencia y soberbia que yo nunca había visto antes, ignoró, o eso fue lo que dio a entender, el discurso de su compañero y por ende a sus votantes. Yo decía desde casa: "Por favor que alguno de sus asesores le mande un mensaje que está anulando con su actitud todas sus anteriores palabras". Pero nadie lo hizo. Y a mí, sinceramente, me dio mucha vergüenza.
Señor presidente, por favor, manténgase a la altura de los ciudadanos a los que representa; aunque los ciudadanos, una vez más, le estemos dejando el listón muy alto a nuestra clase política.
