Víctimas confinadas

Canarias

Viernes 3 de abril. Vigésimo día de confinamiento. A nadie se le ocultaba que el aislamiento familiar aumenta el riesgo de todo tipo de violencias, de género y domésticas. Es decir, contra las mujeres por el hecho de serlas y de un miembro de la familia, hombre o mujer, hacia otro. Sobre todo contra los más vulnerables: menores, adolescentes o mayores. Expertos e instituciones se han esmerado en encontrar mecanismos para, en confinamiento, salvar a quienes conviven con sus enemigos. Algunas iniciativas se han lanzado desde Canarias y han sido importadas por otras comunidades autónomas. Es el caso de la 'mascarilla-19', ideada por el Instituto de Igualdad de Canarias en colaboración por los dos Colegios de Farmaceúticos, para que las mujeres en riesgo soliciten ayuda sin levantar sospechas al pedirlas en las farmacias. Andalucia, Cantabria, Vizcaya, Valencia, País Vasco y Madrid copiaron la propuesta de Canarias, que no logró sin embargo evitar que la noche del día veinte de confinamiento haya sido asesinada una mujer en 78 años en el popular barrio de La Isleta. Es, presuntamente aún, la primera víctima de violencia de género en las Islas en lo que va de año. El 3 de abril de 2020, cuando luchaba en dos frentes: el virus y su pareja.

En pleno confinamiento funcionan los servicios de atención a las víctimas y los juzgados de violencia de género. Es importante recordárselo a las mujeres en riesgo. También a sus entornos. Hoy más que nunca los vecinos y vecinas debemos velar por quienes conviven pared con pared, encima o debajo de nosotros. Que sepan que seremos sus ojos, sus oídos y sus manos. Para ver, oír y llamar a los teléfonos de atención. Ahora no solo el 016, también el 091 de la Policía Nacional y el 062 de la Guardia Civil. Además se han habilitado dos teléfonos de wasap, por las dificultades para llamar pueden ser aún más dificiles: 682916136 y 682508507.

Pero las mujeres no son, ni mucho menos, las únicas víctimas de este encierro. Según la Fundación ANAR, de Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo, solo en una semana (del 23 al 30 de marzo) el gran equipo de profesionales que velan por ellos ha atendido 270 peticiones de ayuda en su chat y correos electrónicos. Son datos procedentes del todo el territorio nacional y a través de ellos se han podido detectar 173 casos graves, en los que los menores de edad estaban sufriendo algún problema dentro de su propia casa.

Si sospechamos que alguien en nuestro vecindario está siendo objeto de algún tipo de agresión en sus hogares, no miremos para otro lado ahora que hemos abierto las ventanas. No los dejemos aún más solos. No dudemos. No lo duden. Llamen. Llamemos. Son estos los casos, y no los otros, dónde sí cabe actuar como policías de barrio.