Víctor González improvisa una bolera en casa para entrenar durante la curentena

Santander

Mientras en fútbol, balonmano, baloncesto u otros deportes se está debatiendo si suspender la competición, reanudarla cuando se pueda o dar por buenos los resultados hasta la fecha, en los bolos ocurre algo bien distinto.

Los bolos, deporte popular de Cantabria, también se han visto afectados porque estaban a punto de empezar la liga. Su temporada, además, se centra en los meses de verano hay muchos concursos en los diferentes pueblos de la comunidad autónoma, donde estas participaciones coinciden con patronas o fiestas del pueblo y puede que tengan que solaparse y tener días auténticamente frenéticos de bolos.

Uno de los afectados es el joven Víctor González, que es la nueva estrella cántabra de esta disciplina, tras casi 20 años de dominio de Jesús Salmón y Óscar González. Y lo ha hecho también gracias a Peñacastillo, que es su equipo en el que tiene compañeros destacados como Haya o el propio Salmón.

Víctor, que vive en Guarnizo con sus padres, ha tenido que adaptar su chalet de casa para tener una pequeña bolera en la que entrenar. "Mucho jardín no tenemos pero hemos hecho una pequeña bolera para poder mantener la forma y no perder el ritmo", dice la joven estrella.

Para poder llevarlo a cabo lo que ha hecho es "poner en el jardín una zona con arena para poner los bolos y poder lanzar", algo que, en cualquier otra familia podía cuestionarse pero no en la de Víctor, donde su padre Nel y su hermano José Manuel son gente de bolos también.

Esta cuarentena también la está aprovechando para seguir entrenandose, porque, aunque parezca extraño, los bolos requieren también una preparación física en todo lo que se refiere a la espalda y el resto del tren superior.

"Hago una preparación fisica desde que acaba la temporada hasta que comenzamos o incluso dentro de la temporada sigo haciéndola. Ahora en casa tengo mancuernas y una bici estática para entrenarme", apunta González.

Además, es cauteloso con lo que pueda ocurrir en un futuro, tanto en lo profesional como en el tema de la pandemia del COVID-19. "Hay que ver primero como termina todo esto y luego se decidirá si suspender pruebas o solaparlas. En lo personal, no me centro en ese calificativo de ser 'el heredero', pienso en jugar día a día e intentar corregir errores para mejorar", explica.