El confinamiento de una arandina en Francia

Aranda de Duero

No solo España está metida de lleno en esta crisis del Coronavirus. Lamentablemente este es un problema que afecta a Europa y a todo el mundo. Y como no podía ser de otra manera, los arandinos también se reparten por diversos países del globo terráqueo, y a ellos lamentablemente también les ha pillado esta situación. Es el caso de una profesora arandina, Irene Calvo, que se reside en las afueras de París. Lleva allí dos años y medio.

El confinamiento es similar. “Llevamos también trece días en casa, la diferencia con España es que para salir a la calle tienes que hacerlo con un certificado en el que aparece tu dirección, y solo podemos salir una hora al día… Si te paran y no la llevas creo que son unos 180€ de multa”,relata.

Y es que desde el país vecino miran con preocupación las cifras de España, aunque allí “la gente no está muy concienciada con la gravedad de la situación porque el número de muertos no es tan elevado”. Irene se congratula de que su familia y amigas estén bien, y echa de menos su tierra -como no podía ser de otra manera- por lo que manda “mucho ánimo” a todos sus paisanos para poder sobrellevar esta situación.

Para esta arandina, que reside junto a su pareja, el trabajar desde casa también se ha convertido en su día a día. Ella es profesora, y también admite que “no estamos preparados para afrontar la educación a distancia, en mi instituto por ejemplo hay jóvenes que no tienen buena conexión a internet o que les han tenido que prestar ordenadores porque no tenían”, cuenta.

Y es que desde la distancia, Irene extraña su tierra… Hoy más, porque la situación no es muy positiva. En Francia también aplauden cada tarde a los sanitarios. Pero como todos, esta arandina mira con optimismo el futuro, deseando que tanto en su país de acogida como en el de origen, todo vuelva a la normalidad cuanto antes.