500 personas firman un escrito que reclama un "Pacto por Alicante"
"Alicante debe prepararse para alteraciones muy profundas en su estructura productiva y en aspectos tradicionales y consolidados de su economía" dice el texto
Alicante
Cerca de 500 personas han firmado un escrito en el que solicitan un Pacto por Alicante para planificar y gestionar la recuperación una vez que pase la crisis sanitaria del covid-19. El exconseller y profesor de Derecho Consitutucional en la UA, Manuel Alcaraz ha sido el impulsor de este escrito.
Manuel Alcaraz: "Unidad por el Futuro"
00:26
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1585486306_953837/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
El escrito, bajo el lema "Alicante: Unidad por el futuro" ha sido firmado por personas que forman parte del mundo político, educativo, sindical, económico, empresarial, educativo, de la comunicación, o de asociaciones vecinales, culturales, festeras o deportivas entre otros.
La actual crisis causada por el coronavirus está provocando un alto coste en vidas humanas, afectando duramente la salud pública, la estabilidad económica y la vida cotidiana. Todo hace prever que perdurará durante un tiempo potencialmente dilatado y que exigirá grandes sacrificios a toda la ciudadanía española, a la europea y, en última instancia, a la humanidad en su conjunto. Hay que huir tanto de extremar los miedos como de menospreciar ni una coma los peligros, que ahora se atajan con el esfuerzo inmenso del personal sanitario y otros grupos de servidores públicos y con la esperada responsabilidad de todos, acatando las prescripciones del Decreto del estado de Alarma. Esta lucha se libra a diversas escalas territoriales e institucionales, bajo la coordinación general del Gobierno del Estado y, en muchos aspectos sanitarios y sociales, de la Generalitat Valenciana. Pero la escala local es muy importante: es en los pueblos y ciudades donde sucede la vida, donde se van a percibir directamente los efectos más dramáticos e, igualmente, las mejores muestras de solidaridad. Alicante tiene que ser consciente de eso para asumir su cuota de compromiso y para organizar el civismo que ayude a sobrellevar los problemas e imaginar soluciones de futuro. Hace muchas décadas que Alicante no se enfrentaba a un desafío como este, pero dispone del capital humano, de los recursos de conocimiento y de infraestructuras como para no rendirse: democráticamente vencerá en esta apuesta. Como una muestra de la asunción de ese compromiso, los firmantes declaran:
1.- Es preciso perseverar en todas las medidas emprendidas para aislar el virus, a través, principalmente, de la restricción drástica de la circulación y de los desplazamientos. Apelamos a la conciencia ciudadana para reducir aún más los movimientos, evitando los contactos físicos innecesarios e incrementando la protección personal.
2.- Reiteramos la admiración pública, el agradecimiento y la cercanía emocional con el personal sanitario y de servicios sociales, con los servicios policiales, con las fuerzas militares y otros servidores públicos, trabajadores de empresas que prestan servicios y voluntarios que se enfrentan en primera línea a los efectos más devastadores de la pandemia. Este reconocimiento no puede ser sólo retórico: en cada ocasión en que sea posible habrá que facilitar su trabajo minimizando sus riesgos y los de sus familiares.
3.- Confiamos en la dirección política de la crisis en las autoridades e instituciones democráticas. Llamamos a nuestros representantes y gobernantes a promover medidas de coordinación que faciliten el acuerdo y la eficacia en la resolución de problemas, guiados, cuando sea posible, por evidencias científicas contrastadas.
4.- Siendo una característica esencial de las sociedades abiertas la crítica, no es éste el momento de extremarla ni de pretender obtener ventajas de la situación. El comedimiento, la renuncia al insulto cruzado y a la polarización en la expresión de las ideas, es un deber para con las víctimas, con quienes luchan por salvarlas y con la convivencia ciudadana. La opacidad de las actuaciones no es una opción, la sobredimensión espectacular de los problemas y de dolor, tampoco. Todos sentimos temor: es misión de las redes cívicas ayudar a mantener la mesura desviando la lógica preocupación hacia tareas positivas y reducir el impacto del temor sobre el espacio público.
5.- Alicante debe prepararse para alteraciones muy profundas en su estructura productiva y en aspectos tradicionales y consolidados de su economía. Todos estamos llamados a intentar definir modelos de recuperación que minimicen la pérdida de empleo y el cierre de pequeñas y medianas empresas. La adopción de medidas urgentes e inaplazables debe ser compatible con la apertura de un diálogo social que evalúe y defina las nuevas necesidades. Un auténtico pacto por Alicante será preciso para maximizar las energías disponibles y evitar la dispersión de esfuerzos.
6.- La gestión de la crisis debe tener, como una de sus prioridades, reducir los impactos económicos negativos en aquellos grupos más vulnerables, a las que las instituciones y la solidaridad cívica debe atender prioritariamente, en el ámbito local, con proyectos estables, públicamente definidos y con dotaciones presupuestarias claras. Y todo ello asegurando a la participación de los sectores afectados y la planificación de políticas estables.
7.- Alicante, más allá de los tópicos, tiene una fuerte capacidad para generar, pese a la actual imposibilidad del encuentro físico, mallas de apoyo mutuo. Apelamos a los profesionales, técnicos, comunicadores, especialistas en diversas materias y dirigentes sociales y universitarios a desarrollar redes de trabajo que colaboren con las instituciones públicas con aporte de ideas y experiencias de cooperación. Estas medidas de autoorganización serán básicas para regenerar el espacio público y la autoestima de la ciudad en los próximos meses.
Este es un problema de todas las personas, y todos contribuiremos a vencer las dificultades. Imaginar el futuro es la mejor forma de superar lo peor del presente.