Las prisiones de Ocaña I y II con dos positivos por COVID-19 necesitan equipos de protección
"A los reclusos solo podemos contagiarles nosotros los trabajadores", dicen los sindicatos de funcionarios
Funcionarios y reclusos de Ocaña I y II preocupados por la epidemia de COVID-19 / Acaip
Toledo
Los funcionarios de prisiones en los penales de Ocaña I y II necesitan Equipos de Protección Individual (EPIs) pero sobre todo test rápidos para evitar introducir el coronavirus en los penales. La situación, que en estos centros es difícil siempre por la carencia de medios, se agrava mucho más con la crisis sanitaria del COVID-19.
También han solicitado que la UME desinfecte las instalaciones como está haciendo en las cárceles de otros territorios y eso depende de Instituciones Penitenciarias según afirma la Delegación del Gobierno. “Nos sentimos olvidados…
“Nos sentimos olvidados… afirma Mar Téllez, delegada de Acaip, quien ha dicho a la SER que hasta el pasado miércoles no les llegaron las mascarillas quirúrgicas que son desechables, pero tienen que ser utilizadas durante varios días
En este momento, según los datos del sindicato, hay en la prisión de Ocaña I 450 internos. Hay un caso positivo y seis trabajadores penitenciarios con síntomas. Ocaña II tiene un funcionario confirmado de coronavirus y seis en cuarentena. Esta prisión custodia 360 reclusos. “ Y aunque somos un servicio público esencial para trabajar, no se les realizan las pruebas que algunos llevan esperando una semana".
Nerviosismo y miedo
Presos y funcionarios comparten la preocupación por las noticias que llegan del exterior. Hay mucho nerviosismo entre la población reclusa también por la supresión de las comunicaciones y de las actividades y por el miedo al contagio. CESM es uno de los sindicatos que reclama un protocolo específico para los profesionales sanitarios que trabajan en prisiones.
Carmen Hoyos de la Sociedad Española de Sanidad Penitenciaria explica que se está animando a que los internos permanezcan en los centros el máximo tiempo posible de forma voluntaria.
Pedro Antonio Martínez, vocal de médicos de prisiones de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) y trabajador en la prisión de Ocaña II, coincide en que "ahora mismo, lo más esencial, es seguir con las medidas de protección y evitar que podamos contagiarlos y saber quién realmente está infectado o no para retirarlo del servicio" pues "la única vía de contagio es a través de los trabajadores del centro, sanitarios y funcionarios".
