'Epidemias'
La historia humana conoce bien las epidemias. Hasta no hace mucho las enfrentábamos sin armas, a pecho descubierto
La Firma de Mario Ocaña, "Epidemias"
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Algeciras
La historia humana conoce bien las epidemias. Hasta no hace mucho las enfrentábamos sin armas, a pecho descubierto. La única salvación - como narraba un marino que escapaba de la fiebre amarilla en el puerto de Algeciras allá por los albores del siglo XIX – era mantenerse alejado y aislado de la infección. El " quedate en casa" no es un invento de ahora.
Las epidemias han modificado a las sociedades humanas desde lo terrenal a lo espiritual. Una de las más estudiadas ha sido la Peste Negra. Afectó a Europa Occidental, procedente también de Asia, desde mediados del siglo XIV y sus consecuencias generaron cambios espectaculares. Algunos historiadores consideran que fue la causante del inicio de la desaparición del régimen feudal y del ascenso de las monarquías europeas. Además provocó enormes cambios en la espiritualidad popular . La imposibilidad técnica y de conocimientos de la iglesia católica, a la que las masas acusaron de no prestar el apoyo preciso, tanto material como espiritual, generó un deseo generalizado de prescindir de las instituciones religiosas para comunicarse directamente con la divinidad, sin intermediarios. El movimiento husita y posteriormente la Reforma Luterana son considerados por algunos especialistas consecuencias directas de la crisis que generó la epidemia.
Hoy nos enfrentamos a un fenómeno cuyas consecuencias veremos en el futuro. Sin duda alguna nuestro mundo no volverá a ser el mismo porque una de las lecciones que hemos aprendido es la de la pequeñez de nuestro planeta ante un enemigo capaz de expandirse con tanta rapidez. Quizás debamos empezar a pensar, al margen de himnos, fronteras y banderas, que los problemas y las soluciones han dejado de ser parciales para convertirse, desde el día de hoy, en globales y solidarias.