Voces desde Figueruela de Arriba

Figueruela de Arriba

Entre las historias que vamos buscando en medio del coronavirus, ¿Cómo se está llevando el Estado de Alarma en los negocios afectados en el entorno rural? Pues el otro día pasábamos por Figueruela de Arriba y allí encontramos los testimonios de un constructor y de una empresaria turística.

El sector de la construcción era uno de los que podían trabajar sin impedimento…hasta este lunes. Sin embargo, antes de llegar a este punto, su actividad ya estaba limitada por la falta de abastecimiento de material. Así nos lo contaba un constructor de Figueruela de Arriba, al que encontrábamos en plena calle, cuando iba a recoger una bombona de butano. Su empresa tiene obra en España y en Portugal, pero reconocía que ya estaba casi parado.

En cuanto al día a día en el pueblo, nos contaba que no tienen problema de abastecimiento de lo básico: “lo malo es no poder salir de casa”. Lo que también se observa estos días en los pueblos es que la Guardia Civil pasa como nunca y en los pueblos notan ese control para que los vecinos se queden en casa.

El constructor habla con una mujer que está en un balcón al otro lado de la calle, que es la carretera que atraviesa Figueruela de Arriba. Es la dueña del hotel rural La Robla, que accede a bajar de su balconada y que nos cuenta que pasan el encierro como pueden, pero que siempre hay cosas que hacer.

Entre otras cosas, porque aunque el negocio está cerrado por el decreto gubernamental, hay que seguir pagando facturas y las cuotas de autónomos. Hay que pagar, incluso aunque se haya perdido un buen número de reservas de estas fechas, y sobre todo de Semana Santa, que asume que ya no se recuperarán.

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Precisamente, esta empresaria turística, que controla la actividad diaria del pueblo desde su privilegiada balconada, asegura que la gente se lo está tomando muy en serio.