Mirando al futuro

Las Palmas de Gran Canaria

Lunes 30 de marzo. Décimosexto día de aislamiento. Canarias ya tiene a su Fernando Simón, es decir a un portavoz científico que nos detallará los pormenores de la evolución del coronavirus. Se trata del catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Lluis Serra Majem, también portavoz del Comité Científico para la Emergencia Sanitaria en Canarias. La tarde noche de este lunes, explicó en qué punto nos encontramos y hacia donde vamos. Eso sí, con todas las precauciones de saber que nos batimos con un enemigo complejo y que prepara una nueva arremetida.

Serra sostuvo que, con los datos en la mano, hay motivos para la esperanza, y despejó en principio dudas respecto a la capacidad de nuestro sistema sanitario para afrontar el pico que, según los expertos, se producirá en los próximos días. El mayor contagio llegará a principios de abril; seguido de un pico de ingresos hospitalarios la siguiente semana y, por último, un pico de fallecimientos algunos días más tarde. Ni Gobierno ni asesores científicos prevén un colapso de los hospitales canarios: el número de plazas de UCI es de 595 y están ocupadas por enfermos de coronavirus solo 84. Bien es verdad que un número significativo trata otras enfermedades graves, pero a día de hoy aún quedan disponibles más de 300 unidades de cuidados intensivos en las Islas.

Son buenas noticias, bien es verdad que teñidas de algunos sombríos augurios: “Mirando al futuro, sabemos que nos encontramos en la primera oleada. Y que las segundas suelen ser más graves”. Y aseguró que habrá segunda oleada.

De momento, el sacrificio de estar confinados en nuestras casas está dando resultados: “Antes de aislarnos, cada canario contagiaba a otros cuatro; luego a dos y ahora a uno”. La mayor preocupación sigue siendo las residencias de ancianos, por su vulnerabilidad y porque pueden convertirse en nuevos focos de propagación del contagio. Prudencia, pues, sobre todo porque para tener datos fiables Canarias precisaría hacer entre 50.000 y 100.000 test; los más de 8.000 que se han realizado son proporcionalmente muy pocos para cartografiar el mapa del coronavirus en las Islas.

Recurriendo a un símil bélico, cabría concluir que en los próximos días podemos ganar alguna batalla que anticipe la victoria final de esta guerra vírica.