Amanece, que no es poco

Palencia

"Amanece que no es poco" es el título de una de mis pelis de referencia que probablemente muchas y muchos de ustedes han visto o conocen, una peli dirigida por José Luis Cuerda, absolutamente surrealista genial y que siempre, siempre, consigue sacarme una sonrisa.

Hoy quiero reivindicar la risa como uno de los elementos terapeúticos más potentes del mundo y necesaria en estos momentos tan difíciles y tan duros.

Ustedes y yo, todos y todas, estamos sintiendo cosas muy parecidas en estos últimos días. Vivimos montados en una especie de montaña rusa emocional. Todas las personas nos sentimos estresadas, confundidas, tristes, asustadas e incluso enfadadas ante una situación de emergencia como ésta. Es lógico que todas las personas sintamos en muchos momentos miedo debido a la expansión del brote del virus que nos enfrenta a una situación desconocida y amenazadora.

Otra cosa muy distinta es que este miedo se instale en nuestro estado de ánimo, nos angustie y acabe por convertirse en algo que afecte a nuestra capacidad de gestionar la situación con eficacia o, peor aún, que se contagie a nuestro alrededor y se extienda hasta suponer un problema añadido a la ya compleja situación sanitaria y económica.

Algunas recomendaciones fundamentales: informarse bien, lo que significa no dar credibilidad a muchos mensajes e informaciones que se comparten por redes sociales o por internet y que son falsos.

Informarse bien también significa no caer en la "sobre información". Estar todo el día conectado y pendiente de la información sobre el coronavirus no hará que estemos mejor informados o informadas ni nos dará más protección ante el virus y. en cambio, aumentará la sensación de riesgo innecesariamente.

Y, por supuesto, echar mano, como les decía al inicio, de esta herramienta terapeútica que es la risa, o dicho de otra manera, de nuestro sentido del humor. El humor es una emoción que nos ayudar a mantener el miedo a raya. Si reímos las tres sustancias químicas del estrés disminuyen: el cortisol, la adrenalina y la L-dopa. Fisiológicamente provoca que el cerebro produzca betaendorfinas, morfinas naturales del organismo que relajan, combaten la depresión, tranquilizan, disminuyen el dolor y estimulan el sistema inmunológico.

En este sentido las redes sociales sí que pueden resultarnos de gran ayuda. Circulan cientos de mensajes y videos que consiguen instalar en nuestro rostro una sonrisa. Yo me asombro cada día de la genialidad de la gente.

Mi recomendación, en estos días de confinamiento en los que buscamos pelis, libros, series que ver...mi recomendación si no la vieron "Amanece que no es poco", pasarán un buen rato.

Y piensen que cada nuevo día, amanece, que no es poco. Y esto significa que podremos seguir viviendo. Y esto hay que celebrarlo por todo lo alto. Ánimo. Ya queda menos.