Se vacían las calles, se llenan los balcones

Como todas las tardes cuando se acercan las 20:00h, Marco Antonio sale al balcón de sus vivienda, ubicada en una zona de Ciudad Real repleta de residenciales; enciende el amplificador, la mesa de mezclas y empieza el espectáculo. Cada día se encarga de poner la banda sonora al agradecimiento que cada noche su barrio y en general toda la sociedad dedica a los que trabajan para salir de esta crisis provocada por el coronavirus.

Todo empezó de una manera casual: Marco Antonio y un vecino ponían música minutos antes del aplauso colectivo y empezaron a llegar las peticiones. Primero para que subiesen el volumen y luego para pedirle títulos de canciones.

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Marco Antonio puso el equipo, ya que al ser músico profesional contaba con un amplificador de potencia considerable, lo suficiente para ambientar varias manzanas en su entorno. Después abrieron una lista en una conocida plataforma musical y los vecinos empezaron a pedir sus temas.

Una tarea en la que está comprometida toda la familia y en la que además de "pinchar" música han felicitado cumpleaños a los niños del vecindario. Un pequeño gran gesto que nos saca de la tediosa rutina del confinamiento.