Sálvese quien pueda

Valencia

La lucha para frenar la expansión del coronavirus se ha convertido también en una lucha entre comunidades autónomas. Asistimos, tristemente, al ‘sálvese quien pueda’ de los gobiernos regionales.

La imagen más clara de esta realidad es la de los aviones con material sanitario procedentes de China. Los pagan los distintos ejecutivos autonómicos, que se han lanzado a comprar material por su cuenta. Y por eso hemos visto en los aeropuertos cargamento con el sello valenciano, mientras la Comunidad de Madrid prometía aviones que se retrasaban o que directamente no llegaban. La presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso ha llegado a culpar al Gobierno central del bloqueo. Pero, al mismo tiempo, el valenciano Ximo Puig anunciaba la llegada de esos aviones de China. Esa es la triste realidad.

Porque conseguir o no mascarillas puede depender de los contactos y hasta de la suerte. El éxito del Gobierno valenciano es indudable. Sin embargo, se ha evidenciado el fracaso del Ministerio de Sanidad, que prometió una compra centralizada. Y seguramente hubiese sido lo mejor: con más fuerza para negociar precios y, sobre todo, para evitarnos la sensación de que tal vez el material no llega a quien lo necesita con más urgencia, sino a quien se movió mejor en la selva del mercado.