Así es Ángel Resch, el hombre que anima el confinamiento de un barrio de Gijón emulando a Freddie Mercury

Gijón

Ángel Resch tiene 50 años y es ingeniero. Hasta hace un mes su vida era como la de cualquier ciudadano normal. Sin embargo, el COVID-19 también cambió su vida. Un hombre serio y disciplinado cuyo confinamiento le ha servido para descubrir su parte más divertida. A él, a su esposa y a una de sus dos hijas ya que la otra se encuentra confinada en Valencia. "Mi mujer me dice que se me ha metido el bicho dentro porque no me reconoce. Tampoco yo", ha asegurado entre risas. 

El barrio de la Calzada en Gijón espera su animación cada tarde. El último ha sido el show de Freddie Mercury con el conocido 'I want to break free'. A decir verdad, no es el primero que hacen y ya tienen más preparados, aunque por ahora son una sorpresa. Alrededor de 60 vecinos participan cada tarde en la programación planificada entre cuatro personas y que cuelgan en el Facebook que han creado para las dos calles que participan. Sin embargo, el gran animador es Ángel. Hace algunos años fue presidente de la comunidad que aglutinaba a todos ellos y algo ha quedado. "La unión y la fuerza es lo que nos tiene que llevar a pensar que esto va a pasar. Tenemos que quedarnos en casa para vencer", ha explicado.

"Estamos asustados de como ha corrido esto. Lo hacíamos para divertirnos y hay incluso vecinos de otras calles que nos transmiten que les gustaría que sus ventanas dieran a nuestra zona". Ángel y el resto de vecinos que bailan se han convertido en un fenómeno viral. No es para menos. Ataviado con la aspiradora y un vestuario propio para la ocasión, grita al resto de ventanas para que aplaudan y levantar el ánimo durante el confinamiento.

"Estoy muy orgullosa de él", dice su hija. Noelia ha señalado que "todo comenzó cuando empecé a subir historias a Instagram y empecé a recibir un montón de mensajes que me pedían que le hiciera una cuenta. Nunca pensé que mi padre iba a llamar tanto la atención". Freddie Mercury cantaba a la libertad. Ángel y sus vecinos también lo hacen aunque ya les queda un día menos.