'Una tragedia, y una oportunidad'

San Roque

Mientras permanecemos en plena crisis de salud pública por la pandemia de coronavirus, muchos son los que se preguntan qué ocurrirá después de superada esta tragedia que azota a una parte importante del orbe, y especialmente a España. No se trata sólo de las gravísimas consecuencias económicas que afectarán a todos los sectores -ya lo hace-, fundamentalmente a los trabajadores y a las capas de población menos favorecidas. Me refiero a algo distinto. A eso que se comenta de que pueda nacer un nuevo espíritu, el que ahora se manifiesta entre la ciudadanía, un espíritu solidario, todo lo bueno surgido en una situación extrema y que queda patente día a día en pueblos y ciudades.

Ojalá seamos capaces de calibrar lo importante de la unidad, de la mano tendida, del gesto solidario. Y que ello trascienda en lo cotidiano.

Y que esa formulación, a la luz de lo que estamos viviendo, sirva para fortalecer el estado de bienestar frente a las políticas neoliberales que tanto daño hacen al bien general y sólo sirven para que se enriquezcan unos pocos. Que el estado social prevalezca sobre las tentaciones de privatizar servicios públicos como la sanidad, pilar fundamental de ese estado social, que permite tratar a todos los ciudadanos por igual, independientemente de su condición económica.

Pero demos un paso más y tengamos un mundo más humanizado. Hemos entendido que somos vulnerables, que vivimos una situación de calamidad que hasta hace unas semanas sólo veíamos posible en los países tercermundistas. Ojalá también sepamos protegernos y ayudar a protegerse a esos países que seguirán siendo los más débiles. Y tengamos una Europa, a la que pertenecemos, más unida y solidaria, que nos haga sentirnos orgullosos de ella, sin dejar argumentos a la xenofobia de la ultraderecha.

No dejemos escapar la oportunidad que una tragedia como la que atravesamos nos brinda. No dejemos de continuar siendo mejores.

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