Selecciona tu emisora

Ir a la emisora
PerfilDesconecta
Buscar noticias o podcast
Sociedad
DE PUERTAS ADENTRO

El pomo de las esencias

El alquimista, de Philip Galle. / CADENA SER

El alquimista, de Philip Galle.

Santa Cruz de Tenerife

De entre las muchas naturalezas que ha sacado esta pandemia de nuestros respectivos interiores, algunas han sido con razón denostadas. La presteza con la que todos nos hemos convertido en virólogos, economistas y especialistas en logística y seguridad no da más risa porque no nos da tiempo a escucharnos lo suficiente. Vivimos en un mundo de expertos.

Otras causan admiración. Ha brotado entrega, inventiva y coraje a raudales, no solo por parte de los trabajadores de los servicios que nos mantienen a flote, sino de la ciudanía anónima. Nos reconcilia con la vida descubrirnos rodeados de héroes.

Bastantes, por desgracia, lo que provocan es asco. Están los inconscientes que se saltan la cuarentena al precio que sea o los que difunden bulos malignos para aterrorizar, manipular o estafar. Ni siquiera en mitad de esta peste horrenda dejan de acecharnos los buitres.

Pero si hay algo que hemos desarrollado en común todos los que hemos pasado a observar la vida desde el balcón es el alma de alquimistas. Llevamos semanas concentrados en los alambiques de esta mente nuestra, que se afana en la adaptación. Destilando a todo correr esencias en nuestras particulares redomas. Transmutando conceptos inamovibles en movibles al calor de nuestros atanores personales.

Una llevaba años tan sofisticada y adicta a los tartares y sushis de encargo… y resulta que al final lo importante es que por suerte todavía sabe hacer un puchero o un potaje para comer con cierta decencia en esta cuarentena.

Una, que era de manicura semanal, y en estos 22 días ha visto pasar el turno del esmalte coral, del gris piedra y (horror de los horrores) ¡el buganvilla!, ahora acepta, resignada y convecidísima, que lo que cuenta es solamente evitar que se le caiga la piel de las manos a cachos ante tanto embate jabonoso.

Una, hace apenas un mes, se enrabietaba con todo equipo informático que se le pusiera por delante, al grito de “así no se puede trabajar”. Pero asumió, sin pensarlo siquiera, en los albores de este mundo aparte, que para el teletrabajo de emergencia bastaban un móvil y una libreta.

Una, que no dejaba sin probar ungüento alisador conocido, da saltitos cuando al fin encuentra la felpa ancha del pelo que mejor sujeta, porque lo único que realmente hay que pedirle al pelo es que no se te meta en los ojos.

Una andaba siempre metida en mil planes exóticos a los que pretendía arrastrar a todo bicho viviente. Ahora no existe mayor aspiración que una videoconferencia con los suyos porque lo único fundamental es saber que están bien.

Al otro lado de todo esto saldremos con una botica repleta de esencias y esperemos que sepamos conservarlas. Porque lo único seguro es que, de esta, tampoco vamos a dar con la piedra filosofal.

 

Directo

  • Cadena SER

  •  
Últimos programas

Estas escuchando

Hora 14
Crónica 24/7

1x24: Ser o no Ser

23/08/2024 - 01:38:13

Ir al podcast

Noticias en 3′

  •  
Noticias en 3′
Últimos programas

Otros episodios

Cualquier tiempo pasado fue anterior

Tu audio se ha acabado.
Te redirigiremos al directo.

5 "

Compartir