El juez de lo Penal de Ponferrada, preparado para un vuelco importante de procedimientos
El coronavirus cierra prisiones y deja las órdenes de ingreso ligadas al riesgo de fuga o a la seguridad de la víctima
Ponferrada
Juzgados a ralentí y prisiones cerradas a extramuros. Sólo algún caso excepcional ha pasado del juzgado a la cárcel en cumplimiento de prisión preventiva, pero el confinamiento ha suspendido los juicios penales y los de la Audiencia Provincial. Todas las actuaciones, hablamos de: ingresos en prisión, trabajos en beneficio de la sociedad, pago de multas en cumplimiento de medidas, localizaciones permanentes u obligaciones de pago.
El Magistrado del Juzgado de lo Penal de Ponferrada, Óscar Hernáiz, reconoce que el cese del Estado de Alarma se convertirá, cuando se produzca, en una tormenta de cambios para una sala que es el paraguas de todos aquellos procedimientos que suponen obligaciones de pago, como multas o indemnizaciones, cuestiones que " habrá que atender y modificar porque todo lo sobrevenido supondrán cambios en las decisiones adoptadas con anterioridad a la pandemia del coronavirus".
De los sesenta señalamientos mensuales en cada una de los tres Juzgados de lo Penal que hay en la provincia de León, se ha pasado a una decena en la provincia, mientras que en el ámbito de la Ejecución el número de resoluciones no superan el centenar entre las tres salas de la provincia, explica a estos micrófonos el Magistrado Óscar Hernáiz.
Indica Hernáiz que los ingresos en prisión se han parado prácticamente todos, pero sí que se abren las puertas de la cárcel para los que han cumplido condena. "Es una actuación esencial y obviamente eso no se ha paralizado, lo único que se paraliza es el inicio de las penas, pero no el cumplimiento o el término final de ellas", añade. En Ponferrada sólo se ha remitido a la cárcel a la pareja que intentó robar en un supermercado y después escupió a los agentes de la policía que los detuvieron amenazándoles porque decían estar enfermos de covid-19.
Reconoce Hernáiz que los juzgados tienen por delante una vuelta complicada porque aunque los Magistrados tienen ahora tiempo para desatascar la firma de sentencias, los abogados se van a encontrar con una mochila repleta de asuntos que requerirá, posiblemente, de cambios en los plazos procesales.