Trevilla, el obispo que prohibió la Semana Santa de Córdoba
Repasamos el origen y la evolución de la Semana Santa de Córdoba con el historiador Manuel García Parody. Desde la fundación de las primeras hermandades hasta nuestros días, pasando por la prohibición impuesta por el obispo Treviña en 1821
Pedro Antonio de Treviña, obispo de Córdoba entre los años 1805 y 1832 / Notascordobesas
Córdoba
Sin duda que este martes santo de 2020 pasará a la historia de la Semana Santa por ser el primero (y ojalá que también el único) que ha tenido que suspenderse como medida para tratar de frenar la expansión de una pandemia.
Una perspectiva histórica que nos ha llevado a querer saber más sobre el origen de una de las fiestas de mayor arraigo en nuestra ciudad. Aunque como hemos podido comprobar en Hoy por Hoy Córdoba, con ayuda de Manuel García Parody, la Semana Santa ha pasado antes por momentos muy difíciles, hasta el punto de llegar a prohibirse su celebración en nuestra ciudad durante buena parte del siglo XIX.
Las Angustias, la hermandad más antigua de Córdoba
Aunque sus orígenes son muy remotos, Manuel García Parody recuerda que "hay constancias de la celebración de la pasión de Cristo mediante procesiones desde la Edad Media". Pero es en la época de la Contrarreforma y del Barroco –siglos XVI y XVII- cuando se generalizaron y fundaron numerosas hermandades penitenciales como, en el caso de Córdoba, las de la Virgen de las Angustias y la de los Dolores. "Estas agrupaciones se fueron constituyendo en diferentes barrios o collaciones de la ciudad, lo que les daba un fuerte arraigo popular", señala Parody.
Virgen de las Angustias / Wikipedia
Virgen de las Angustias / Wikipedia
La prohibición del obispo Trevilla
Mientras que en otras ciudades, como Sevilla, la celebración de la Semana Santa se desarrolló de manera ininterrumpida a lo largo de los siglos, en Córdoba desapareció a principios del siglo XIX. "Fue un obispo vascongado e ilustrado, Pedro Antonio Trevilla, quien suprimió las procesiones en mayo de 1821 amparándose en una Carta Orden del Real y Supremo Consejo de Castilla del año anterior que pretendía evitar escándalos en estas manifestaciones", explica Parody.
El historiador recuerda que de acuerdo con la disposición episcopal "los desfiles procesionales quedaron limitados a un Santo Entierro que partiría de la iglesia de San Salvador y Santo Domingo de Silos al que se podían incorporar los pasos dela Oración en el Huerto, Jesús atado a la Columna, el Nazareno, el Caído, el Crucificado y, tras el Santo Sepulcro, las Vírgenes delas Angustias y de la Soledad".
Las directrices del obispo Trevilla siguieron vigentes en todo el siglo XIX y en las primeras décadas del siglo XX "aunque, poco a poco, se incorporaron a la procesión oficial nuevas imágenes como el popular Cristo del Esparraguero", señala Parody.
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Hoy por Hoy Córdoba. Breve historia de la Semana Santa de Córdoba
1936 y el impulso del nacionalcatolicismo
Manuel García Parody explica que es a partir de 1936 cuando se empezó a recuperar la celebración de desfiles procesionales durante toda la semana "con nuevas cofradías surgidas al amparo del nacionalcatolicismo" y que en algunos casos eran recreación de algunas preexistentes.
Hasta principios de los años setenta del pasado siglo la Semana Santa Cordobesa "se caracterizaba por su austeridad frente al esplendor de Sevilla o Málaga", según Parody. Fue a partir de entonces cuando, a la par que creció el número de cofradías, se buscó "imitar el modelo sevillano al utilizar costaleros, lo que dio a la Semana Santa cordobesa una mayor espectacularidad y aumentó el interés del público" señala el historiador, para quien la principal singularidad de la Semana Santa de Córdoba reside "especialmente los lugares más bellos o difíciles de transitar".
Content not defined
