El Teléfono de la Esperanza, una vía de comunicación para aliviar el confinamiento

Asturias

Frente al aislamiento comparte vida, ese es el lema que emplea la campaña que se encuentra promocionando el Teléfono de la Esperanza para reforzar sus servicios en esta época de confinamiento.

El viernes 27 de marzo se cumplían 49 años desde la fundación de la Asociación del Teléfono de la Esperanza al tiempo que se celebra el Día de la Escucha. La organización ha aprovechado esta fecha señalada para crear un nuevo servicio telefónico gratuito de asesoramiento e intervención profesional (prestado por psicólogos sanitarios, psiquiatras y médicos), para abordar las situaciones de sufrimiento psíquico relacionadas con el confinamiento tras la declaración del estado de alarma. Esta nueva intervención se articula a través de la página web www.compartevida.es. 

A través de ella se puede solicitar la intervención de alguno de los 84 voluntarios que trabaja en el Teléfono de la Esperanza en su delegación asturiana y ellos mismos (habiendo sido formados en cursos de más de un año de duración) se pondrán en contacto con la persona que así lo requiera. A nivel nacional, participan en este nuevo servicio 21 de los 29 centros de la Asociación, con una dirección central en Madrid, cuatro coordinadores de zona y 21 responsables de gestión en los centros.

La organización ha reforzado su presencia en las redes sociales mediante una campaña específicamente dirigida a trasladar ideas y conceptos relacionados con la escucha, tan necesaria en estos momentos de confinamiento, apunta la psicóloga de la ONG en el Principado, Rosa de Arquer. Además sigue operativa la vía habitual de contacto con el Teléfono de la Esperanza que en Asturias se presta 24 horas al día en el 985 22 55 40.

"El tipo de atención que se demanda bien por el teléfono o bien por la web es cómo gestionar esa ansiedad, el miedo, a veces se agravan depresiones previas, la incertidumbre, el descontrol de un día que parece que no acaba, es sobre todo eso", añade de Aquer. "Los sentimientos habituales de los usuarios del servicio son la frustración, el aislamiento y el aburrimiento así como la depresión", concluye.