'Derechicos a la Gloria', por Pepe Belmonte
Escucha el 'micromentario' del catedrático de Literatura de la Universidad de Murcia (UMU) para el programa Hoy por hoy

Pepe Belmonte cocinando en casa durante el confinamiento / Cadena SER

Murcia
Que nadie me venga a decir ahora que no hay mal que por bien no venga, porque en los tiempos que corren, con lo que estamos viendo a nuestro alrededor, la cosa no está ni para refranes ni para chistes.
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Micromentario / Pepe Belmonte (13-04-20)
Pero, en cualquier caso, si lo queremos ver de otra manera, lo cierto es que la situación, tan desagradable y apocalíptica por la que estamos pasando, está propiciando que, al menos los españoles, cambiemos, para bien, nuestros malos hábitos de siempre.
Por ejemplo, hemos empezado a lavarnos las manos con mucha más frecuencia que hace unos meses. También hemos aprendido, yo el primero, a no tenerle miedo a la cocina, a saber guisar un buen arroz o un estupendo estofado sin necesidad de recurrir a esas sufridas madres a las que ahora empezamos a echar verdaderamente de menos.
Y, encerrados con nuestros hijos, durante tantos y tantos días, sin poder salir a la calle, hemos caído en la cuenta de lo que significa tener a su cargo a una treintena de estos críos en una clase durante seis horas al día, cinco días a la semana.
La labor de estos auténticos héroes, nuestros maestros y profesores, a los que dejamos el delicado encargo de que eduquen a nuestros retoños, debería comenzar, a partir de ahora, a verse con otros ojos y a valorarse en su justa medida.
Pero lo más triste, lo más doloroso que ha sucedido durante estos días ha sido el hecho de que muchos hombres y mujeres se han marchado para siempre -por la sendica por la que nunca han de volver, que diría nuestro querido poeta Vicente Medina-, sin que hayan tenido la despedida que en verdad merecen.
Gente como mi buen amigo el cantautor, gastrónomo y periodista José María Galiana, al que, hace unos días, no pudimos darle el último adiós, antes de que enfilara sus pasos, derechico a la Gloria, con una guitarra en la mano.
Decía el escritor norteamericano Truman Capote en su novela Desayuno en Tiffanys (o Desayuno con diamantes, como lo han titulado en español), que es mejor mirar al cielo que vivir en él.
Pepe Belmonte




