El sueño de una Nueva Vida

Santander

A una treintena de jóvenes de origen albanés el estado de alarma y el obligado confinamiento les ha cogido en un edifico abandonado donde vivián escondidos tratando de lograr en su mayoría el objetivo de viajar escondidos en un ferry que les llevará hasta el Reino Unido. Para ellos es la “tierra prometida”, así se lo hacen creer. “Un lugar donde los sueldos son elevados y en el que si pagas por documentación falsa puedes lograr un empleo con el que comenzar de nuevo”.

No todos lo creen así, a Héctor se le ha ido desdibujando ese sueño de un lugar donde es relativamente sencillo labrarse un futuro. Y es que los meses desde que salió de Albania pesan ya. Fue un 26 de febrero del año pasado, cuando abandono su país con destino a Bilbao, allí vivió en una tienda durante tres meses. Durante ese tiempo trato de colarse en un ferry para llegar al Reino Unido. No le resulto sencillo lograr su objetivo y acabó desistiendo.

Puso rumbo a un nuevo destino, Santander. Parecía que “las cosas eras más sencillas” en esta ciudad, o por lo menos eso le decían algunos otros albaneses. Junto a otros sesenta compatriotas vivió dos meses en un edificio cerca al Hospital Valdecilla, después en la Marga cerca de la Estación de Tren en otro bloque sin servicios y después en Nueva Montaña. En un edificio sin luz ni agua corriente, sin puertas ni ventanas.

A todos sus problemas, el poco dinero con el que cuenta fruto de la ayuda de amigos, el miedo a ser expulsado del país y el tratar de lograr su objetivo sin ser interceptado por la policía, se le sumo la alarma sanitaria. A Héctor y a otros treinta albaneses.

Desde la ONG Nueva Vida se ha venido trabajando a lo largo de varios días en favorecer una solución a la situación de estos jóvenes que vivián en un lugar insalubre. Esta vez la colaboración institucional ha funcionado. Y entre el Gobierno regional y sus servicios sociales, la ONG Nueva Vida y el Obispado de Santander se les ha encontrado un lugar donde puedan pasar el confinamiento.

El monasterio de Soto de Iruz, en Santiurde de toranzo se ha acondicionado para este objetivo. Ya ha comenzado a ir recibiendo a sus nuevos huéspedes. Héctor se muestra agradecido por esta oportunidad. En ese lugar espera encontrar una oportunidad de mejorar su español y su formación. Varios educadores acompañarán a estos jóvenes las 24 horas del día y les enseñarán además del idioma que casi ninuno maneja, actividades enfocadas a la empleabilidad y para la mejora de las habilidades sociales.

Héctor quiere encontrar un trabajo en Cantabria y quedarse a vivir aquí. Ahora sabe que la vida de los que lograron llegar a Inglaterra no está siendo tan fácil, siguen siendo ilegales y si son detenidos se les expulsa del país. Defiende que son victimas de las mafias, las necesitan para lograr documentación falsa si quieren ser contratados, pero esto les genera deudas.

Julio García, Gerente de Nueva Vida nos ha explicado de qué manera se ha organizado todo para estos jóvenes pasen el confinamiento. Asegura que lo van a cumplir y que además hay seguridad privada contratada por el Gobierno de Cantabria, que vigila el lugar las 24 horas del día.

Ha pedido que se mire a estos jóvenes sin fijarnos en su pasaporte. “Son personas que deben vivir con dignidad, estos jóvenes estaban en unas condiciones infrahumanas y ahora a través del programa 'Refugiados' financiado con una partida económica del Instituto Cántabro de Servicios Sociales, Icass, se pretende ayudarles a lograr una “nueva vida”.