Actitud ante el coronavirus y ante la vida
¿Nos hemos acostumbrado al confinamiento? ¿Tendremos miedo a salir? ¿Ser optimistas ante esta situación depende de nuestros genes? Repasamos estas cuestiones en 'Escuela de Padres'

Vecinos del barrio madrileño de Lavapiés, realizan la 'Fregonada de Lavapiés', un gesto que consiste en agitar fregonas desde sus balcones para "limpiar el virus" cada día después del aplauso habitual a las 20h / Ricardo Rubio (Europa Press)

Aranda de Duero
Sumamos nuestra quinta semana confinados y tratamos de acostumbrarnos a esta situación para hacerla más llevadera. Pero el hecho de tener un buen ánimo depende también de cada persona, de su genética. Eso es lo que consideran nuestras pilares, Pilar Fernández y Pilar Vicario, con quienes hemos compartido una deliciosa charla en nuestro tiempo de ‘Escuela de padres’.
“El estar alegre y asomarse a la ventana y transmitir esa alegría es algo genético, para mí tiene un peso muy importante en la persona, pero el entorno modifica o matiza a peor o mejor la actitud de esa persona”, cuenta Pilar Vicario, aunque advierte que “desgraciadamente se contagia más el desánimo que el ánimo, quien es negativo le cuesta más absorber lo positivo que lo negativo, el negativo solo con mostrarlo y decirlo se transmite, la positividad cuesta más pero también se puede transmitir”.
Pilar Fernández también apunta hacia el hecho de que hayamos interiorizado quedarnos en casa. “Muchas veces hay ambientes y situaciones que favorecen más la negatividad, y otras la positividad, la situación presente favorece el negativismo, pero una vez que ya llevamos cuarenta días en casa, lo que al principio podía ser más negatividad puede irse transformando… Ahora buscamos más esos mensajes positivos y de hecho se mandan más”, señala.
Y precisamente ante el hecho de quedarnos recluidos en nuestros hogares, salir a la calle puede transmitirnos una inseguridad hoy por hoy que puede mantenerse en los próximos meses. “Al concienciarnos de que en la calle corres riesgo y en casa estás seguro, sientes intranquilidad cuando sales, y es posible que en el futuro más próximo le pase a mucha gente que siga sintiendo inseguridad al salir y prefiera quedarse en casa, por miedo a que nos contagien o a contagiar”, asegura Pilar Fernández.
Vicario se une a este pensamiento porque “la inseguridad debemos seguirla manteniendo, y nos queda camino por andar”, cuenta, apuntando también hacia el futuro de los próximos meses. “Tenemos que tomar una perspectiva diferente a la que teníamos porque nadie había vivido una situación tan difícil como ahora, tenemos que pensar que ahora sí somos vulnerables y eso no tiene por qué ser malo, hay gente que le puede afectar mucho pero a la mayoría simplemente nos va a aportar un autoconocimiento diferente… las cosas vienen dadas y cómo vienen no se puede controlar, pero la actitud sí podemos controlarla”, sentencia.
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