Trabajar en la UCI tras haber superado el Coronavirus: "Te acuerdas de esos pacientes que son iguales que tú"
El anestesista cordobés Jorge García nos cuenta cómo ha sido el regreso a su puesto de trabajo en la UCI del Hospital de Puertollano tras haber superado el coronavirus

Jorge García Garcinuño. Anestesista e intensivista en la UCI del hospital de Puertollano / Cadena SER

Córdoba
"Como médico de UCI, cuando das positivo, te da más miedo" confiesa Jorge García Garcinuño, médico anestesista en Cruz Roja y San Juan de Dios y que también trabaja como intensivista en la unidad de cuidados intensivos del hospital de Puertollano (Ciudad Real).
Jorge es uno de los cientos de profesionales sanitarios que ha contraído el coronavirus desde que comenzó la pandemia. "Probablemente en alguno de los trenes que cogía para ir a Puertollano, antes de decretarse el estado de alarma, y que estaban abarrotados", nos cuenta.
Tras dar positivo en Coronavirus, Jorge decidió que lo mejor era aislarse lejos de casa para no poner en peligro a su mujer ni a sus dos hijas, de tan solo año y medio y cuatro meses, respectivamente. Completamente solo en un piso prestado, la única visita que recibía era la de un amigo íntimo que cada tres días le dejaba la compra en la puerta y al que saludaba por el balcón. "Echaba muchísimo de menos a mi mujer y a mis hijas. El contacto con la gente", confiesa.
Diecinueve días en la más absoluta soledad en los que este médico de 37 años ha tenido mucho tiempo para reflexionar. "Solo he tenido fiebre y mal cuerpo. Lo peor ha sido psicológicamente de pensar que podía ponerme peor y acabar en la UCI" explica. Aunque se define como una persona "tremendamente optimista", Jorge reconoce que en los primeros días de confinamiento, "te viene la imagen de esos pacientes que has estado tratando y que son iguales que tú".
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Hoy por Hoy Córdoba. Entrevista al anestesiólogo cordobés Jorge García Garcinuño
La vuelta a la primera línea, tras haber superado la enfermedad, no ha sido fácil para este joven profesional. Ahora, confiesa, "me duele muchísimo la soledad del paciente de coronavirus que no puede recibir la visita de ningún familiar".




