Confidente y centinela: así vive la crisis sanitaria una farmacéutica en el medio rural
En su visita diaria a los municipios vinculados a su farmacia en San Martín de Rubiales, Virginia Langa hace de puente entre médicos y pacientes, colabora con la Guardia Civil y trata de aportar serenidad pese a ser testigo de los dramas vividos en algunos pueblos
Entrevista a Virgina Langa, farmacéutica en el medio rural de la Ribera del Duero
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San Martín de Rubiales
Desde hace mes y medio Virginia Langa es el único personal sanitario que acude a los cuatro pueblos vinculados a su farmacia en San Martín de Rubiales, que son también Valdezate, Nava de Roa y Mambrilla de Castrejón. La crisis del coronavirus cerró los consultorios médicos pero los habitantes del medio rural han seguido necesitando su medicación habitual, sobre todo los más mayores, en los que se suman patologías crónicas. Por eso Virginia no ha dejado de abrir su farmacia, pero también acude a los domicilios de algunos vecinos, sobre todo del resto de las localidades, para acercarles estos medicamentos. Su presencia aporta cierta tranquilidad a una población en la que el recuerdo de otras épocas incrementa el miedo de esta situación desconocida. Virgina aclara, serena, consuela, a la vez que lleva medicamentos, anota la toma de la temperatura de algunos mayores y le traslada las novedades a los médicos del Centro de Salud de Roa con quien hace de puente entre los pacientes para tener al día a unos y bien atendidos a otros.
El contacto también es estrecho con la Guardia Civil. Y es que su visita diaria a los municipios convierte a Virginia en una excepcional centinela para advertir si algo no marcha bien en los domicilios de aquellos mayores que viven más aislados y en los que existen factores de riesgo y que de repente, un día, dejan de contestar la llamada de la farmacéutica.
En este ir y venir diario a Virginia también le ha tocado acumular malos tragos. Y es que pese a que los habitantes del medio rural están siendo muy respetuosos con el confinamiento, ha habido algunos, sobre todo entre los retornados a la casa del pueblo procedentes de las ciudades donde viven, que han desafiado las normas del confinamiento social. Fue sobre todo al inicio, quién sabe si en la falsa creencia de que el medio rural es inmune a la pandemia. Ella sabe bien que no es así. Le ha tocado ser testigo de cómo algunos municipios como Valdezate han sido cruelmente azotados por la enfermedad, que se ha cebado con algunas viviendas en las que han llegado a morir todos sus habitantes, hasta cuatro en uno de los casos.
Un panorama al que hasta hace bien poco, esta farmacéutica se enfrentaba sin apenas ninguna barrera de protección, ante la inexistencia, sobre todo en los comienzos, de mascarillas, guantes o gel desinfectante, que recibió cuando ya estaba avanzada la pandemia gracias al Colegio de Farmacéuticos. La situación ha mejorado, pero ahora el problema se traslada a la otra vertiente de su actividad: una vez adquirido el material de protección que poder ofrecer a sus clientes, muchos farmacéuticos como ella han recibido con estupor el anuncio del Gobierno de que pone un precio máximo de venta al público para las mascarillas, puesto que tendrá que vender cada unidad a menos de la mitad de lo que le ha costado adquirirlo. Virginia respira, se dice que lo importante es dar servicio a los ciudadanos y aplaza para más adelante la forma de reclamar que alguien se haga cargo de las consecuencias de esta decisión.
Y mientras tanto, de vuelta al coche, cuyo recorrido diario en estos tiempos de aislamiento mantiene la esperanza de que hay quien no abandona el medio rural.
Elena Lastra
Redactora jefe de la Cadena SER en Aranda y presentadora de 'Hoy por Hoy Aranda'