Detectadas nuevas mascarillas defectuosas en el Hospital Gregorio Marañón

Madrid

No es lo mismo comprar, que comprar bien. Lo demuestra la última partida de mascarillas de dudosa eficacia que las autoridades sanitarias han tenido que retirar, esta vez en el Hospital Gregorio Marañón. El episodio ha salido a la luz gracias a una denuncia de un grupo de trabajadores que ha difundido Comisiones Obreras. En un vídeo una trabajadora se quejaba de que las nuevas mascarillas FFP3 -las de mayor eficacia filtrante- “son porosas y se transparentan”.

Fuentes de la Consejería de Sanidad confirman a la SER que los servicios de Salud Laboral del hospital las retiraron el sábado. “El centro realizó dos compras de 480 unidades cada una, de las que se habrían repartido -entre la plantilla- 249”. Esas mismas fuentes aseguran que la compra la hizo el propio Gregorio Marañón a un proveedor local. El resto -aseguran- se retiraron antes de su distribución o están bloqueadas en el almacén porque “aunque presentaban una ficha técnica con los requisitos de seguridad establecidos para estos elementos, finalmente no cumplían las expectativas”. Estas mascarillas no pertenecen a la partida defectuosa de las ya famosas Garry Galaxy, que compró el Ministerio de Sanidad, y que ha habido que retirar también porque no cumplían las especificaciones técnicas. Esas, de hecho, aseguraban tener una capacidad de filtrado menor que las retiradas en el hospital madrileño -eran FFP2-.

“No sabemos de dónde vienen esos equipos, pero sí exigimos a quienes los han repartido, que no son otros que la propia Comunidad de Madrid, que los verifique”, denuncia Rosa Muelas, secretaria de Salud Laboral de Comisiones Obreras en la región. Según la Consejería de Sanidad, no hay constancia de que esas mascarillas hayan llegado a otros lugares.